

Cortes Selectos
10 discos esenciales para acercarte a la historia del Hip Hop
Te presentamos una lista sin orden específico de diez álbumes que, por estética, discurso, impacto cultural e influencia, son algunos de los pilares sobre los cuales se sustentan 50 años de historia del Hip Hop.
Desde cualquier punto de vista, intentar sintetizar 50 años de historia de un movimiento cultural que cambió el mundo sería osado, injusto y hasta arrogante; sobre todo tratándose del Hip Hop, que a lo largo de su vida ha extendido su poder y alcance a estéticas y disciplinas que ni siquiera nos imaginábamos.
Pero por algún lugar se tiene que empezar, ¿no? Y más que hacer el alevoso ejercicio de homogenizar el juicio de una cronología como la del Hip Hop, lo que podemos hacer es plantear un punto de partida que detone una serie de ramificaciones por entre las cuales -quien se interese- pueda explorar este que es un universo sonoro casi infinito.
Es por eso que te presentamos nuestra lista WARP con diez discos esenciales que pueden ser un parámetro para entender lo que ha pasado en 50 años de historia del Hip Hop, bajo el entendido de que más que un género, es un conglomerado de musicalidades.
Sin ningún orden particular:
A Tribe Called Quest – The Low End Theory (1991)

Probablemente, la cúspide del Jazz-Rap. Un disco ágil y accesible pero no por eso menos inteligente y meticuloso. Las tiradas de scratch adquieren personalidad sobre contrabajos robustos que sirven para enmarcar canciones sobre los problemas de la industria musical, una primera cita que acaba en desastre e incluso manejo de emociones ante un mundo violento y desolador. Con de The Low End Theory Q-Tip, Phife y Ali Shaheed Muhammad entregaron una evidencia de que cool y bohemio pueden estar en la misma oración.
Mrs. Lauryn Hill – The Miseducation of Lauryn Hill (1998)

Doña Lauryn Hill tenía solo 23 años cuando publico esta obra maestra que mezcla Rap con Soul y R&B. Recién salida de los Fugees, The Miseducation of Lauryn Hill es una declaración feminista sobre la capacidad de las mujeres para vivir fuera de la sombra de los hombres; y en el camino, siembra un relato sobre tomar un asiento en la mesa y afrontar cada faceta de la existencia desde la historia de una mujer afroamericana de los suburbios de Jersey.
Una placa ecléctica, contradictoria como la géminis que ella es, y con un despliegue musical sobrado de energía.
Public Enemy – It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back (1988)

Si el fin del mundo sonara a algo, seguramente se escucharía como al segundo álbum de Public Enemy. Un viaje caótico y explosivo que como ya augura su nombre, pone de manifiesto una serie de inquietudes sobre una renovada estructura de opresión racial que ya no se fundamenta en la esclavitud como ejercicio mercantil sino en el ataque sistemático a la posición social de los afroamericanos en Estados Unidos.
Este no es una bomba, más bien es el arsenal completo y se detona desde las bocas de Chuck D y Flavor Flave.
The Sugarhill Gang – Rapper’s Delight (1979)

Considerado por muchos como el primer disco propiamente Hip Hop de la historia: y no podía se de otra manera, si quedó en manos de la pionera Sugarhill Gang. Una obra que acarrea el origen los instrumentales del Disco y los pone como base de una serie de versos que hacen alegoría de la diversión y el baile. Si su valor histórico no es suficiente, es además un disco muy divertido.
Kanye West – My Beautiful Dark Twisted Fantasy (2010)

Existen por lo menos cuatro discos de Kanye que podrían haber formado parte de esta lista; pero hemos elegido el que nos mostró el prime de su autor en cada una de sus caras como artista.
Una oda maximalista sobre las contradicciones: el éxito y el fracaso, el amor y el odio, el poder y la fragilidad. No solo reúne a las máximas estrellas de aquella época, también posicionó a Kanye como un ente que va más allá de la concepción tradicional del rapero.
Con un sonido revolucionario que dejó claras las habilidades de Ye como director musical, este disco se convirtió en un nuevo parámetro de calidad para todo lo que vino después.
Missy Elliot – Supa Dupa Fly (1997)

Uno de los mejores discos debut en la historia del Hip Hop. Un trabajo sexy y cadencioso que nos muestra a una mujer que se apropia de su narrativa para explorar el todos los intereses de una chica a sus 27 explosivos años: amor, desamor, drogas, amistades, vida nocturna y dinero.
¿Quién puede presumir de tener nombres como Timbaland y Aaliyah en su carta de presentación al mundo? Solo Missy Elliott.
2Pac – Me Against The World (1995)

El debate sobre cuál disco de 2Pac incluir en esta clase de listas siempre está abierto, pero hemos decidido tomar Me Against The World porque creemos que toma a Shakur en su momento de mayor soltura y madurez frente a la música.
Sólido en su barras y muy fresco en la producción, este álbum es un retrato de todo lo que significaba ser una super estrella a mitad de los 90.
Outkast – Stankonia (2000)

Inicio de siglo y de milenio, parecía que la primera época dorada del Hip Hop había llegado a su fin… Y entonces apareció Outkast y su Stankonia. Pocos discos tan influyentes como ese: prácticamente todo en el espectro sonoro del movimiento intentó sonar lo que hicieron André 3000 y Big Boi. Básicamente no habría 50 Cent, Lil Wayne, Rick Ross, Drizzy, T Pain ni Kanye sin Stankonia de Outkast. Una joya generacional.
The Notorious B.I.G – Ready To Die (1994)

Uno de esos discos que nunca faltan en la conversación por el mejor de todos los tiempos. Y el lugar está totalmente justificado: Ready To Die de Biggie es el canon mismo del Rap. Todos, desde los más clásicos hasta los más vanguardistas tienen algo de este álbum.
Una obra que pese a su visceralidad y agresividad, no carece de elegancia y pulcritud. Este es el paisaje de una ciudad en llamas desde el puño del más prodigioso de todos sus hijos.
Kendrick Lamar – To Pimp A Butterfly (2015)

El disco más joven de esta lista es también una especie de síntesis histórica de los nueve previos en la cabeza del mejor rapero de nuestra generación: To Pimp A Butterfly es contestatario, es Jazz, es vanguardista, es sexy, es poderoso, es canon, es cool… Es el Hip Hop por definición.
Una auténtica obra maestra que se engrandeció por el contexto de una guerra que, por desgracia, parece no terminar. Kendrick Lamar. Black Lives Matters.
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Los estrenos musicales de la semana: Doja Cat, Devendra Banhart, blink-182 y más

Esta semana, nos adentramos en un mundo de colores y delusión, pues los estrenos que traemos acá van de la introspección, la relajación y hasta la contemplación del entorno. Así que a relajarnos y disfrutar de increíbles regresos y sorpresivos estrenos.
Discos
Scarlet de Doja Cat
Doja Cat se sigue posicionando como una artista bastante impredecible y caótica. En Scarlet (2023) plantea una nueva faceta visual donde su hip hop no se arriesga mucho, pero ofrece momentos chill que van de maravilla con las bases relajadas y hasta bizarras que crea con cada melodía.
softscars de Yeule
Melancolía futurista son las únicas dos palabras con las que me gustaría definir el reciente lanzamiento de Yeule. Siendo su tercer álbum, y viniendo de dos discos donde la propuesta sonora buscaba mucho al estilo glitch, softscars (2023) lleva este concepto sonoro a vertientes donde lo contemplativo toma protagonismo.
Tension de Kylie Minogue
Tension (2023) es un compendio de catorce canciones donde Kylie nos sumerge en una pista de baile sombría durante 45 minutos. Estamos ante un disco dance, con toques funk, que invita a estremecernos entre los colores y texturas que la misma Minogue presenta a lo largo de todo el disco, dejando toda “tensión” afuera.
Flying Wig de Devendra Banhart
El esperado disco del venezolano-estadounidense llegó por fin, y como lo antelaban sus sencillos previos, Flying Wig (2023) es una odisea de relajación y contemplación. Devendra presenta una vez más un disco bañado en una psicodelia con rasgos experimentales en ella.
Sencillos
‘ONE MORE TIME‘ y ‘MORE THAN YOU KNOW‘ de blink-182
Con el anuncio de su nuevo disco, One More Time…, el trío de punk presentó dos sencillos donde presentan dos facetas distintas: Una es su clásico punk con temática adolescente, y la otra es una pieza acústica.
‘You Played Me‘ de DJ Shadow
Con ondas calándole al synth-pop y hasta el dark-wave, el emblemático y enigmático DJ Shadow compartió un nuevo adelanto de su disco Action Adventure. En este track, estamos ante influencias de los sintes ochenteros, sin dejar de mencionar esa tendencia clara hacia el funk.
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WFM x WARP: A 20 años de Elephant de The White Stripes

Bienvenido a este especial colaborativo entre WFM con Alejandro Franco y WARP en el que celebramos aniversarios significativos de álbumes que cambiaron la historia de la música para siempre. En esta entrega: los 20 años de Elephant de The White Stripes.

El milenio había arrancado de una forma confusa para el planeta influido por occidente. Mientras que la música nos presumía las guitarras adolescentes con alaridos desesperados como una moda, las figuras pop sexualizadas hasta la fractura de su propia identidad y la música electrónica más comercial se diluía en los sonidos de café playero en paraísos ibéricos, la realidad nos golpeó con la crudeza de los productos reusados, la crudeza de los sonidos directos y los mensajes menos pretenciosos, mismos que permitían que lo mismo hubiera genialidad detrás de la lírica que unaperfecta mofa al entorno del músico.
Eso fue parte de las secuelas que trajo el reencontrarnos con la fragilidad de la existencia tras los ataques del 11 de septiembre en 2001. A partir de ese momento, los sonidos garaje, punk y las composiciones más directas arrasaron en las listas de popularidad y dieron potencia a nombres como The Strokes, The Vines, The Hives y, por supuesto, The White Stripes.
El dúo conformado por la ex pareja de Jack White y Meg White venía del gran éxito que su tercera producción, White Blood Cells, les permitió sobresalir tras dos lanzamientos condenados a la adoración de culto, en el mejor de los casos. Tras ese lanzamiento, Jack se percató de la buena racha que vivía y debía aprovecharla como fuera.
De esa forma, se puso a componer y –sin cambiar un poco de lo que le hacía conectar con su nuevo público-, aprovechó herramientas provistas por el pasado para crear algo aún mejor. Este fue el principio de Elephant, el cuarto álbum en su historia y el que les consolidó hasta convertirles en un dúo capaz de llenar estadios.
Tenían potencia, estridencia, genialidad, carisma y lo único que les faltaba eran canciones aún más sencillas de conectar con el público, en lugar de aferrarse a una fórmula de éxito que no les dejó ir más adelante en su anterioridad.
Elephant nos mostró el esplendor creativo de Jack White, con su inigualable facultad de ser un
“hombre banda”, pero cuya mancuerna en el compás más simple como el que realizaba con Meg le daba la posibilidad de hacer que una pieza sencilla reverberara como si fuera una serie de altavoces, el uno conectado al otro- dentro de un estadio y repitiendo en centenares. Las melodías dejaron de ser pretenciosas, para hacerse sencillas, pegajosas y fáciles de repetirse
constantemente.
Desde el himno de estadio –vigente a la fecha- en “Seven Nation Army”, hasta la balada desgarradora que coquetea con el pop como “I Want To Be The Boy To Warm Your Mother’s Heart”, la sensualidad de la dulce figura y entonación de Meg para “In The Cold Cold Night”, la virtuosa recreación del clásico de Burt Bacharach en “I Just Don’t Know What To Do With Myself”, el blues puro y crudo de “Ball and Biscuit” y el paródico aprovechamiento de los rumores de la prensa obsesionados por el vínculo afectivo entre Jack y Meg, consolidan a Elephant como un álbum esencial en la discografía de cualquier persona que se precie de usar en su descripción biográfica el término “melómano”.
El riff más famoso en el trabajo musical de Jack White y el pretexto ideal para hacer que el guitarrista, productor, multi instrumentista y compositor fuera considerado para ese ambicioso documental que le puso a la par de Jimmy Page y The Edge en It Might Get Loud.
En “Seven Nation Army”, Jack pasa por una pedalera el sonido de su guitarra hasta hacerla sonar como un bajo y cuyo acorde cimentó la base sobre la cual está compuesto el resto del álbum. A más de veinte años de su creación, la canción se ha convertido en un clásico que retumba en los estadios para inspirar a los equipos cuando entran al campo y hace que los jugadores sonoricen las acciones que hacen de su trabajo una acción determinante en el arte de alcanzar los triunfos.
Ambientada con un seductor videoclip dirigido por Sofía Coppola, “I Just Don’t Know What To Do With Myself” alcanzó una extraordinaria conexión entre el blues más sincero de Jack White y su explosiva relación con el punk rock para cerrar la canción. Además, funcionó como un perfecto preámbulo para otra de las canciones más seductoras en el álbum y cuyo resultado es más sencillo de lo que cualquiera puede interpretar en su creación. Se trata de “In The Cold Cold Night”, una canción que no fue considerada como sencillo, pero que dio una gran libertad creativa para entender que las fronteras y límites de The White Stripes no eran fáciles de encontrar, pese a que solo se tratara del talento de dos personas en su faceta más cruda.
Con un interesante e innovador video en el que la edición destaca como una de las grandes aptitudes en la edición creada por Michel Gondry para el dúo, este corte de sencilla ejecución permitió que el dúo alcanzara espacio en la cultura popular al ser retratados en Los Simpson y confirmar su álbum entre uno de los más relevantes del año 2003.
Es con esta que cerramos esta entrega dedicada a Elephant a 20 años de su lanzamiento, y el que consolidara la carrera de los White Stripes, quienes ya gozan de una actualidad muy diferente tras estas dos décadas.
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WFM x WARP: A 20 años de SPEAKERBOXXX / The Love Below de Outkast

Bienvenido a este especial colaborativo entre WFM con Alejandro Franco y WARP en el que celebramos aniversarios significativos de álbumes que cambiaron la historia de la música para siempre. En esta entrega: los 20 años de SPEAKERBOXXX / The Love Below de Outkast.

Eran finales de 2002 y Outkast ya cargaba con el legado -y la presión- que significaba haber cambiado el curso del Hip Hop para siempre: Southernplayalisticadillacmusik, ATLiens, Aquemini y Stankonia cuestionaron los paradigmas discursivos y sonoros en los que se había enfrascado la rivalidad entre ambas costas de Estados Unidos.
Con sus 4 primeros discos, Outkast construyó el puente definitivo entre el Rap y el mainstream pero, ¿qué seguiría después?
Tanto Big Boi como André 3000 se sentían asediados por su propio éxito y sentían que corrían el riesgo de estancarse. Es por eso que acordaron distanciar caminos de manera temporal para probar nuevos sonidos, inspiraciones y maneras de trabajar.
Quien se encontró más rápido fue André 3000: su travesía individual lo llevó a Los Angeles y desde ahí empezó a reinventar su sonido por completo.
Big Boi lo asimiló como una motivación y también puso manos a la obra.
Al cabo de unos meses, ambos tenían decenas de canciones que, al mostrárselas mutuamente, les hacía sentido que fueran lanzadas como una producción conjunta de Ourtkast.
Así es: dos discos en uno. Tanto Big Boi como André 3000 utilizaron el nombre de Outkast para presentarse formalmente como solistas y el resultado fue una absoluta bomba;
Speakerboxxx / The Love Below es una representación maratónica del contraste entre ambas fuerzas creativas. Blanco y negro. Dulce y salado. El ying y el yang.
Por un lado, Speakerboxxx de Big Boi es una recopilación de tracks que no podríamos definir con otro adjetivo que no sea cool.
Sus barras más ingeniosas y sus beats más bailables están aquí. Sin separarse tanto de la estética de Ourtkast, Speakerboxxx es la muestra de todo lo que después reafirmaría la gran camada dosmilera de Atlanta.
The Love Below, por su parte, sí es un cambio radical en todo lo que conocíamos de André 3000, quién además de aprender a tocar cinco instrumentos durante ese periodo, nos mostró que también podía cantar.
Su parte de la obra es una quimera entre sonidos de Jimi Hendrix, Prince, Snookey Robinson con el flow trepidante de André 3000.
El disco tuvo buen recibimiento pero también fue el detonante que terminó de desgastar la relación artística entre Big Boi y André 3000, lo que ocasionó un disco con signos claros de hartazgo y estancamiento creativo.
Eso no quita que Speakerboxxx / The Love Below marcó un precedente sobre cómo evolucionaría el Hip Hop para los siguientes diez años, reflejado en obras magnas como Graduation de Kanye West, por ejemplo.
Y a partir de ahí, las fronteras entre Rap, R&B, Soul, Jazz e EDM se difuminaron para convertir este espectro en el ente sonoro dominante del mainstream.
Y todo gracias a Outkast.
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