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Cortes Selectos

Especial de Semana Santa: la historia de Jesucristo Super Estrella

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Conoce la historia detrás de Jesucristo Super Estrella: la Ópera Rock de los míticos Andrew Lloyd Weber y Tim Rice que nos acerca a una versión controversial de la historia más importante del mundo occidental.

Jesuschrist Superstar o Jesucristo Superestrella es una ópera Rock con música de Andrew Lloyd Weber y letras de Time Rice basada en los últimos siete días de la vida de Jesús de Nazareth: desde los preparativos de su llegada a Jerusalén hasta la crucifixión. 

Esta pieza narrativa, además de ser una adaptación libre de los evangelios, también es una reinterpretación social, histórica, filosófica y cultural de los mismos con la gran particularidad de que aborda al hijo de Dios como humano y no como divinidad, todo desde la visión de los hechos del mismísimo Judas Iscariote. 

La obra encuentra su gran conflicto en la disparidad de opiniones de Jesucristo y el resto de sus seguidores: por un lado, él, como gran elegido y guía espiritual de la tierra, sabe que el destino está trazado y su gran sacrificio tendrá un peso simbólico sin precedentes para un mundo cuya moral está en decadencia; mientras que sus seguidores -entre ellos el mencionado Judas Iscariote y Simón El Zelote- lo ven más como una especie de caudillo que debe liderar la revolución judía del régimen del gran Imperio Romano. 

A partir de esta visión alternativa de los hechos, todos tomarán las decisiones que ya conocemos, no sin antes enfrentarnos a una serie de matices por demás polémicos sobre la figura de Judas Iscariote, María Magdalena, Herodes y por supuesto, Jesucristo. 

La reivindicación de Judas

El segundo número de Jesucristo Super Estrella es ‘’Heaven On Their Minds’’: una canción solista de Judas Iscariote que sirve perfectamente para contextualizar el gran conflicto que mencionamos anteriormente:

Es él reclamandole a Jesús por haber permitido que el movimiento se saliera de proporción si su interés no era comandar una guerra contra Roma. Asume que es un tema de ego ante la fe ciega que sus seguidores ponen sobre él; pero sabe que están condenados y que cuando acaben con Jesús, vendrán por todos los demás. 

Jesucristo Super Estrella y los sonidos de los 70s: Rock N Roll, Soul, Góspel y más

Para empezar, habría que aclarar la diferencia entre un musical y una ópera Rock: en un musical se mezclan escenas dramatizadas convencionales con los números musicales que refuerzan una idea o el punto clave un diálogo; mientras que en la ópera Rock, toda la historia se cuenta con música. Mamma Mía -por ejemplo- es un musical; mientras que The Wall de Pink Floyd vendría a ser una ópera Rock.

La canción que escuchaste al inicio de esta cápsula fue la épica obertura de la obra, que junto con la mencionada ‘’Heaven On Their Minds’’ trazan la orientación  estética de toda la obra: influenciada por el Rock psicodélico, el Rock Porgresivo, el Soul, el Rhytm & Blues, el Góspel y la música gregoriana

De hecho, toda la obra está inspirada por estos géneros, lo que marca la intención de sus autores por entregar una visión contemporánea de lo que, podríamos decir, es el relato más importante en la historia del mundo occidental. 

Lo que originalmente empezó como un álbum conceptual se convirtió en una puesta en escena de Broadway y posteriormente en una película dado el éxito arrollador de la historia. 

Su modernización no se limitaba a lo sonoro: también se extendía a la parte visual en la que Tom O’Horgan, Rubin Wagner, Jules Fisher y Randy Barcelo se encargaron -desde la dirección, la escenografía, la iluminación y el vestuario- de darle un aspecto que mezclaba el brutalismo arquitectónico y la moda hippie con la concepción canónica de cómo se veía el imperio romano. 

Jesucristo Super Estrella y las polémicas

Con el éxito mediático y comercial no se hicieron esperar sus detractores: principalmente grupos religiosos conservadores que acusaban a la obra de dos cosas: de blasfema por mostrar a Jesús como humano y por reivindicar a Judas; y de antisemita por inferir que los judiós fueron quienes condenaron al protagonista a la cruz ante la justicia del César, por lo que Jesucrito Superestrella estuvo prohibida en muchos países alrededor del mundo durante casi una década. 

A continuación escucha ‘’This Jesus Must Die’’, una canción en la que Caifás y Anás -representantes de la justicia romana- entienden lo que podría representar Jesús y su séquito para la estabilidad del imperio, por lo que deciden que es mejor asesinarlo cuanto antes. 

Al situar a Jesucristo como un ser humano, una de las líneas narrativas más escandalosas de la obra es su romance implícito con María Magdalena.

En un principio él la ve como discípula y ella como un guía espiritual; sin embargo, con el paso de las escenas, varios elementos sugieren que ella siente deseo por él y él se cuestiona si su interés por protegerla y enseñarle se deben a un interés que supera su papel como mesías. 

A continuación escuchamos ‘’I Don’t Know How To Love Him’’, el clímax de esta relación en la que María Magdalena se cuestiona si debe amarlo como Dios… O como hombre.

Jesucristo Super Estrella y su impacto en la cultura Pop

A lo largo de sus 50 años de historia, sus múltiples adaptaciones han gozado del trabajo actoral de estrellas más allá del teatro: 

Desde Ian Gillian -vocalista de Deep Purple- como el Jesucristo original e Yvonne Elliman -célebre cantante de Rock y Folk- o Camillo Sesto como Jesucristo en la primera adaptación española; así como en las versiones mexicanas donde la legendaria Julisa -conocida por su papel en la película Los Caifanes de Juan Ibañez- fungió como directora, productora e interprete de Magdalena, seguida de Rocío Blanquells y Lolita Cortés en el mismo papel, Erick Rubin, Leonardo de Lozanne, Kalimba, Enrique Guzman, Carlos Rivera y María José en su más reciente versión. 

Incluso se sabe que hacia 1976, cuando la obra ya tenía un nivel de fama e impacto cultural considerables, se intentó juntar un combo de ensueño en el que Robert Plant interpretaría a Jesus, James Brown como Judas y Carole King como Magdalena; sin embargo, ni las agendas ni los presupuestos fueron suficientes para conseguirlo.

A continuación escucha uno de los puntos más importantes de la obra: ‘’The Last Supper’’ o ‘’La Última Cena’’, un número que escenifica el famoso episodio bíblico  lejos de la solemnidad y la pedagogía con la que se presenta en las misas católicas, para darle un giro trágico y desolador en el que Jesucristo empieza a dudar de la misión que está a punto de emprender dado lo dolorosa que será; mientras que Judas, recién convertido en traidor, intenta convencerse de que lo que hizo es lo mejor para el colectivo: que entregar a su maestro es la manera  de salvar a todos los miembros del movimiento y que es algo que Jesús merece ante sus desplantes mesiánicos fundamentados en el ego.

En el punto más alto de la canción, ambos se enfrentan a dueto: Jesús intenta exhibirlo como traidor; pero Judas arremete contra él diciendo que ambos siempre supieron que así deben ser las cosas. 

Incluso Jesús temió

Curiosamente, la canción más potente y puesta para la polémica es la más fiel a los evangelios: ‘’Gethesemane (I Only Want To Say)’’ basada en nada más y nada menos que ‘’La Oración del Huerto’’, ese pasaje que según la Biblia sucedió apenas unos momentos después de La Última Cena en el que Jesucristo fue al huerto de Getsemaní a hablar con Dios Padre para preguntarle si lo que está a punto de pasar realmente valdrá la pena. Una pregunta fundamentada en la condición más humana de todas: el miedo a la muerte. 

El clímax de Jesucristo Superestrella es un reclamo del hijo al padre por someterlo a tal responsabilidad; pero sobre todo a tal dolor. La agonía y la angustia de nuestro co-protagonista es respondida por señales desde el cielo que le indican que los planes deben seguir adelante como el destino lo marcó. 

Jesús de Nazareth se resigna, no sin antes cederle toda responsabilidad a su padre y le dice: 

‘’Yo no lo pedí, tú lo decidiste. Cuando muera, ¿qué recompensa obtendré? Necesito saber: ¿por qué debo morir? Muestrame un poco de tu sabiduría y dime por qué es tan importante que haga esto’’. 

A partir de aquí empieza a correr el Beso de Judas, la detención de Jesucristo y su visita por las siete casas: la de Anás, Caifás, Pilato y Herodes, quienes saben que debe morir pero ninguno quiere asumir la responsabilidad de ser quien lo condene. 

Antes del gran juicio, vemos también la agonía de Judas, quien reaparece para arrepentirse tras entender la magnitud de sus acciones: sabe que a partir de ese momento será condenado al escarnio de todos los pueblos y todas las sociedad. 

Hace un guiño a la canción de Magdalena y nos dice que tampoco sabe cómo amarlo: porque no lo ve como a un rey, ni como a un Dios, que incluso le asusta; pero que sabe lo importante que era para su propia revolución. 

Jesucristo finalmente llega a con Pilatos para el gran juicio.  El César será quien decidirá y todos claman por el castigo máximo: la crucifixión. 

Para este punto Jesucristo asumió su destino mientras Pilatos le pregunta a todos por qué quieren crucificarlo, por qué es importante; y es que, aunque intenta minimizarlo, sabe la magnitud de lo que está a punto de pasar y está haciendo todo a su alcance para evitar su destino. 

Le pide a Jesucristo que desista de su plan y simplemente acepte que es un charlatán, que no tienen porqué llegar a la cruz. 

‘’-¿Quién eres Jesús? ¿De dónde saliste? ¿Qué es lo que quieres? Tienes que ser cuidadoso con lo que dices porque pronto podrías estar muerto. ¿Por qué callar si en mis manos tu vida está? 

-No tienes nada en tus manos, no tienes ningún poder, viene de algo mucho  más grande que tú. Todo está decidido y no puedes hacer algo para cambiarlo.

-Eres un tonto, Jesucristo. ¿Cómo ayudarte? Yo me lavo las manos. Muere si así quiere, títere inocente’’. 

Jesucristo, el revolucionario

Jesucristo Superestrella ha sido adaptada en más de 40 países y traducida a más de 15 idiomas. 

Fue el salto a la fama de Andrew Lloyd Weber y Tim Rice y el inicio formal de una carrera legendaria que traería otras obras icónicas como Evita, Cats, El Fantasma de la Opera y muchas más. 

Como un fenómeno cultural sin precedentes, la obra ha sido objeto de estudio no solo por la academia del teatro y la dramaturgia sino también por sociólogos e historiadores que asumen que esta versión de los hechos podríann no estar tan lejos de lo que en realidad pasó.  

Sea como sea, Jesucristo Superestrella es una pieza artística fundamental para la cultura popular contemporánea.

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Dua Lipa graba comercial de Porsche en las calles de la CDMX

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Dua Lipa

Dua Lipa estuvo en la Ciudad de México para filmar un comercial para la nueva campaña de la marca de automóviles de lujo Porsche.

En el video podemos ver a Dua Lipa conducir a toda velocidad un Porche por las calles de la CDMX y otras locaciones incluyendo a la “Luna”.

El comercial de cerca de dos minutos lo escribió y dirigió la propia cantante, y fue filmado con el apoyo del director francés Clément Durou en la Ciudad de México durante la primavera de 2024.

Sobre esto Dua Lipa comentó lo siguiente, ya que le tiene un cariño especial a la marca y han establecido una solida relación desde hace tiempo:

“Trabajar en este cortometraje fue muy divertido. Nada era demasiado improbable ni descartable, así que realmente me dejaron hacer lo que quisiera, y esa libertad me ayudó mucho. En especial imaginar y diseñar conceptos que eran literalmente de otro mundo hasta verlos evolucionar y hacerse realidad, fue muy emocionante”.

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Reseña de Nuestro Disco de la Semana: Bando Stone and the New World

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Childish Gambino

En un mundo en el que la Música está subordinada a todo menos a la Música, parece que la máxima aspiración de todo artista es llegar a un punto de su carrera en la que pueda darse el lujo de hacer lo que se le dé la regalada gana.

Tal vez por eso todavía le perdonamos todo a Kanye cuando dice lo que aparentemente no debería; o a Beyonce cuando asume su rol de Kasike de la industria o a Frank Ocean cuando decide hacer de todo excepto canciones.

Como si lo necesitara, Donald Glover ha necesitado hacer del conocimiento público que él también ascendió a esa categoría. Argumentos no faltan: entre lo hecho con Childish Gambino, los brillantes proyectos como guionista y director y una carrera anómala como actor le dan el estatus de genio.

Portada Bando Stone and the New World

Con nada más por demostrar, ha decidido cerrar una etapa importante de su vida con el último disco de su proyecto musical más conocido y, al mismo tiempo, aprovechar el momento para finalmente reunir esos tres mundos en una misma obra: Bando Stone and the New World, que es película pero también es banda sonora pero también es una sátira pero también es un personaje…

Todo en todas partes al mismo tiempo. Y como disco, suena exactamente a eso.

Como Childish Gambino, Donald Glover ha evolucionado de rapero geek con rimas de adolescente a cantante de Soul a prácticamente productor de Música Electrónica.

Y en Bando Stone and the New World encontramos todo eso en un mismo caldero adicionado con esteroides y cocaína.

17 tracks maximalistas y excedidos en más de un sentido en los que Childish Gambino parece que quiere terminar su legado sonoro con una explosión en mil pedazos.

Desde beats industriales que se mezclan con trompetas y saxofones hasta órganos gregorianos como de película de terror de los 70s que se pelean con percusiones electrónicas.

Un álbum que por esa misma revisión histórica de su propio repertorio tiene recursos musicales familiares pero que en la escucha integral es indefinible bajo lo ortodoxo de las etiquetas de géneros.

De hecho, conserva el rasgo más característico de la discografía de Childish Gambino: la inconsistencia.

En sus casi siete proyectos publicados, la distancia entre los mejores tracks de cada álbum y el resto de canciones es sustancial.

Mientras puede haber tracks tan emocionantes como para que pensemos que son lo mejor que vamos a escuchar en nuestras vidas, tiene otros que en comparación se sienten débiles y fuera de contexto.

En Bando Stone and the New World, por ejemplo, escuchar las magníficas “Survive”, “In The Night” o “No Excuses” y en medio los experimentos Rock Pop como “Lithonia” o “Real Love” serían equivalentes a estar viendo una película de aventuras espectacular y que ésta se interrumpa por un sketch extraño de Saturday NIGHT Live.

Lo cual nos conecta con su otro gran problema, que podría ser obvio desde el principio pero que en la ejecución deja muchos cabos sueltos: la dependencia de este disco de su símil audiovisual.

Al final no deja de ser una banda sonora, y eso los hace inherentes mientras le resta toda posibilidad de discurso individual al álbum.

Para terminar con las analogías cinematográficas, si Bando Stone and the New World es realmente la conclusión definitiva de Childish Gambino, la saga habrá terminado con una película llena de batallas épicas, algunas lagunas argumentativas y una despedida solemne de los personajes principales.

Sin ser el mejor álbum de Childish Gambino, sí es el que mejor define lo que ha sido como artista musical en más de diez años de historia.

Y no queda nada por reclamar. Donald Glover hizo lo que quiso y nosotros fuimos felices al bajar la pendiente la montaña rusa.

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Imágenes y sonidos: La música de los Juegos Olímpicos

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Imágenes y Sonidos

Imágenes y sonidos es la sección de WARP en la que exploramos el vínculo entre lo visual y la música a través de análisis, anécdotas y datos. En esta entrega y aprovechando la efervescencia de los Juegos Olímpicos de Paris 2024 hablaremos de las mejores interpretaciones musicales que hayamos visto en la máxima justa deportiva.

Del 26 de julio al 11 de agosto, París recibirá a los Juegos Olímpicos 2024 y acompañando este magno evento deportivo, recordamos algunas de las participaciones musicales más sobresalientes y representativas. La relación del deporte con la música es muy cercana, y cuando se trata de eventos deportivos a nivel mundial como los Juegos Olímpicos, esta relación se amplifica porqué, sin importar el país, el idioma o el deporte favorito de cada uno, todos nos podemos unir en una misma celebración, tal como un lenguaje universal.

Muchos artistas de talla internacional han prestado sus voces en pro de los Juegos Olímpicos, sin embargo, han sido pocos los que han grabado su nombre en la historia con canciones memorables. Tal como fue el caso de Barcelona 1992, con Freddie Mercury y Montserrat Caballé. A pesar de que se presentó en 1987, la colaboración entre Freddy Mercury y Montserrat Caballé fue el himno no oficial de los Juegos Olímpicos de 1992. Con una fusión de rock, ópera y pop, esta canción fue el mayor éxito de la carrera como solista de Freddie Mercury.

Un año después de la muerte de Mercury, también fue interpretada por Caballé en la final de la UEFA Champions League de 1999.

En los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, vivimos la vibrante interpretación de One Moment in Time, de Whitney Houston, esta canción fue escrita por Albert Hammond junto a John Bettis. Esta es probablemente la canción más conocida de la lista, y no es difícil darse cuenta por qué. El himno olímpico de 1988 capturó el sentimiento de unidad de la época y llegó a las 5 principales en las listas de Billboard de ese año.

Por otro lado, los mismos Juegos Olímpicos de Seúl en 1988 fueron especiales ya que por primera vez, se contó con la participación de Estados Unidos, la Unión Soviética y Alemania Occidental, y para celebrarlo se compuso Hand in Hand, una pieza coreana que también fue protagonista y que nos dejo dos canciones icónicas. Al igual que la de Whitney Houston, esta canción transmite un mensaje optimista de unidad, anunciando el fin de la Guerra Fría.

Con el paso del tiempo los artistas se han acercado a la emoción de los Juegos Olímpicos siendo parte de sus shows inaugurales o de clausura, y componiendo canciones para avivar el espíritu deportivo y celebrar a sus países y regiones cuando la competencia llega a sus escenarios.

Es momento de hablar de Sidney 2000, unos juegos que nos entregaron muchos recuerdos para la cultura pop contemporánea. Kylie Minogue, llena de plumas y lentejuelas, nos puso a todos a bailar con su interpretación de Dancing Queen. La polifacética artista australiana revivió el espíritu de ABBA en la clausura de los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, haciendo suya una canción inolvidable.

En Atlanta 1996, Céline Dion llegó con The Power of the Dream, escrita y producida por David Foster, Linda Thompson y Babyface para la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, sin duda ha pasado a la historia como una de las más recordadas de los Juegos. Su interpretación en la inauguración fue sublime junto a Foster en el piano, acompañada por la Orquesta Sinfónica de Atlanta y el Coro Centenario; rompió récords de audiencia de televisión, por lo que la artista donó lo que recibió por aquella presentación para apoyar a los deportistas de su delegación ese año. La canción hace parte de su premiado disco Falling Into You.

En Atenas 2004, conocimos una pieza aclamada por la crítica como una de las mejores canciones de la virtuosa artista islandesa Björk, quien presentó en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Atenas en el 2004 su sencillo “Oceanía”. La canción se desprende de su sexto álbum de estudio Medúlla y su video oficial nos remonta sin duda a las competencias acuáticas en este contexto deportivo.

Según Björk, esta canción fue compuesta especialmente para los Juegos Olímpicos, la cual escribió desde la perspectiva del océano. En una entrevista en el 2004, la cantante dijo: “El océano no ve las fronteras, las razas ni las religiones diferentes que siempre han estado en el corazón de estos Juegos”.

Absolutamente cuando hablamos de la música, hablamos de un lenguaje universal, que úne países, razas, comunidades, religiones, y demás, que desde luego es la premisa de los Juegos Olímpicos en cada una de sus ediciones. El deportivismo y el espíritu de unión en realidad debería prevalecer entre nosotros, y no solo cuando el mundo nos lo reclame. Viviendo actualmente entre diversas pesadillas ocurriendo en el mundo, el deporte y la música se han convertido en nuestros principales refugios.

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