Este domingo se llevó a cabo una de las carreras con mayor tradición y grandes memorias en el calendario de la Fórmula 1 y aunque la punta del campeonato sigue sin presentar novedades debido al soberbio desempeño de Max Verstappen, la nota la dio el mexicano Checo Pérez, quién una vez más sobrevivió a un pésimo sábado en las clasificatorias y se apuntó un sexto lugar tras remontar ocho posiciones.

Vayamos por el principio: el dominio de Verstappen es tal, que hablar del estelar de Red Bull empieza a volverse aburrido. Salvo una arrancada en la que Lando Norris lo dejó atrás en la primera curva de la pista, al de Países Bajos el tomaron un par de vueltas para recuperar la pole y a partir de ahí enfilarse hacia una victoria muy  cómoda, con lo que ratifica las sensaciones: a menos de que suceda una catástrofe, Max se volverá tricampeón y puede que con mayor holgura que en sus dos primeros títulos.

Hoy es el mejor del mundo sin discusión alguna.

A partir del segundo puesto, la fiesta era de Russell, Hamilton, Leclerc y Fernando Alonso, quienes durante la primera mitad de la carrera se disputaron los puestos de podio con mucha fiereza.

En las primeras veinte vueltas fue evidente la  cautela de todos ante la ya clásica amenaza de lluvia que cada año aqueja al circuito británico.

Entonces empezó el show de Sergio Pérez, quien ayer cometió el error de ir hasta el frente del pitline sin tomar la pausa, lo que enfrió sus gomas y desencadenó una serie de circunstancias que lo dejaron en el lugar 15 de la qualy.

Hoy, para remediarlo, se necesitaba esa versión de Checo agresiva, escurridiza pero sobre todo resiliente para revertir la situación. Y no decepcionó.

Con todo y que tardó 17 giros en meterse al Top10 -entre los que incluso le pegó al Haas de Nico Hulkenberg– el tapatío se mantuvo firme y en un par de maniobras ya estaba dispuntandose la sexta y la séptima plaza con Fernando Alonso.

En el ecuador de la competencia,  Verstappen le sacaba seis segundos a Norris quien a su vez aventajaba  a Piastri con dos. Al mismo tiempo, Sainz entraba en boxes desde la quinta posición para regresar cinco segundos por detrás de su co-equipero.

Russell entró a pits en la vuelta 29 con la etiqueta del cuarto lugar; sin embargo, una parada deficiente le hizo regresar con una desventaja considerable respecto a Leclerc, por lo que forzó sus neumáticos medios para recuperar segundos y finalmente lo rebasó por fuera de Luffield en la vuelta 31.

El Haas de Kevin Magnussen dio señales de fuego en la recta Wellington, lo que provocó un coche de seguridad virtual en el que Leclerc entró en boxes y perdió posiciones con Sainz, Pérez y el Williams de Alexander Albon. Verstappen y Hamilton pasaron por el pitlane para montar sus neumáticos blandos, y el de Mercedes lo aprovechó para superar a Piastri y ponerse tercero.

La carrera se reanudó en el giro 39 en el siguiente orden: Max por delante de Norris, Hamilton, Piastri, Russell, Alonso, Sainz y Pérez. Hamilton pasó inmediatamente al ataque sobre Norris, que se defendió durante las dos vueltas siguientes, situación que Verstappen aprovechó para alejarse aún más y sellar la victoria.

Apesar del DRS activado, McLaren se las arregló para aferrarse al segundo puesto, mientras Piastri hacía lo suyo para defenderse de Russell en la cuarta plaza. A ocho vueltas del final, Sainz perdió tres lugares frente a Pérez, Albon y Leclerc, después de que el mexicano lo empujara fuera de la trazada en Vale.

Gasly y el español se batieron por el último punto, y habría sido un duelo de mayor alarido de no ser porque el francés sufrió daños en la rueda trasera derecha en un choque con el Aston Martin de Lance Stroll. Al final, Max Verstappen se hizo con la victoria con casi 4 segundos de ventaja por delante de Norris, Hamilton, Piastri y Russell.

Pérez superó a Alonso por la sexta plaza y el ex Ferrari tuvo que esforzarse para mantener la séptima plaza por delante de Albon, Leclerc y Sainz en el cierre de la carrera.

Con este resultado, Sergio Pérez conserva el segundo lugar en el Campeonato de Pilotos pero con Fernando Alonso mordiéndole los tobillos, por lo que es vital que el mexicano deje de cometer errores el las fases de clasificación.