Fotografía en portada de Sergio Gálvez

Locutora, productora de televisión, supervisora musical para Cine y musicóloga, la ausencia de Lynn Fainchtein nos deja sin un oído clave para el entendimiento sonoro del panorama cultural en México durante los últimos cuarenta años.

Se ha ido Lynn Fainchtein a los 61 años. Así lo dieron a conocer varios de sus amigos y colaboradores más cercanos, entre ellos la periodista Lydia Cacho, quien reportó que Fainchtein dejó el mundo la madrugada de este viernes en Madrid. Aún se desconocen las causas de su muerte.

De ascendencia ruso-judía y huérfana desde los 18 años, Lynn fue uno de esos casos en los que sin importar lo que hagas, el universo ya ha trazado tu destino: psicóloga de profesión, sus primeros acercamientos con el mundo laboral fueron como maestra de Teatro en un hospital psiquiátrico en los límites de la Ciudad de México.

También trabajaba en una pastelería, donde algún día escuchó la naciente Rock 101 -estación pionera de la difusión de música alternativa en México- y decidió que quería trabajar ahí. ¿Las razones? Muy simples: amaba la Música con locura. Dentro de las posibilidades de aquel tiempo, todo el tiempo estaba a la caza de nuevos artistas, nuevos discos, nuevas movidas… Lo que le permitió desarrollar una sensibilidad sonora que a la postre la llevarían a convertirse en una figura fundamental de la cultura en nuestro país.

Empecinada en cumplir con su objetivo, un día se apareció en las oficinas de Núcleo Radio Mil para preguntar con quién tenía que hablar para conectar un espacio en Rock 101.

”Justo llegué cuando Luis Gerardo Salas venía bajando las escaleras. Lo abordé y le dije que quería trabajar en la estación. Él, siempre abierto y dispuesto a escuchar, me invitó unas cervezas. No hizo falta mucho más: yo, como clavada con el Rock hecho por mujeres, le propuse un programa que girara en torno a eso y así nació Mujeres Coma Rock And Roll, que no solo era especial por su temática sino también porque fue uno de los primeros espacios en Radio FM en ser llevado 100% por mujeres”.

-Lynn Fainchtein sobre sus inicios en la Radio.

Ese fue el inicio de un camino prolífico como periodista, en el que participó en programas musicales de diversas naturalezas dentro de la misma Rock 101: Lime Light sobre Góspel y música cristiana, Salsabadeando sobre música afroantillana y tropical, Descelofaneando en el que hablaban de discos recién publicados y que se transmitían de principio a fin.

Durante seis años también fue la creadora y gerente de una estación en AM llamada Dimensión 1380, espacio que ella misma describía como un conglomerado de emisiones atrapadas en el tiempo debido a que se programaban -principalmente- Boleros, Rumbas, Tangos y Danzones.

 ”Una de las cosas que más me gustan de la Radio es la magia de provocar, el lograr que la gente oiga lo que le gusta. Teníamos nuestra vida en Núcleo Radio Mil. No existía nada más importante. Hacíamos maratones de 101 horas de transmisión, por el puro gusto, sin recibir nada a cambio, solo por darnos cuenta de lo que la Música genera en la gente”.

El salto a la Televisión y el Cine

Después de crearse un gran prestigio como selectora y difusora cultural, Lynn se aventuró en la televisión como programadora de contenidos de MTV Latinoamérica, con sede en Miami. Así lo hizo entre 1994 y 1999, años en los que produjo noticieros, reportajes, cápsulas, los famosos unpluggeds y mucho más, coincidiendo con la época dorada del canal para su público hispanoahablante.

Con el inicio de siglo llegó la oportunidad de ampliar su alcance, ahora como selectora y supervisora musical de Cine y Televisión, quizá su labor más mediática y representativa en sus poco más de 60 años de vida.

La lista de películas y series en las que colaboró es enorme; pero sin duda alguna, sus trabajos más representativos llegaron de la mano de Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón: del primero, todas sus cintas hasta el momento: desde Amores Perros (2000) hasta Bardo (2022) pasando por Biutiful (2010); y del segundo, su gran obra: Roma (2022).

También ha trabajado con Amat Escalante, la productora de Gael García y Diego Luna, en proyectos con todas las plataformas de streaming y, hasta su último aliento, todavía estaba inmiscuida en la supervisión musical de la serie de Netflix basada en la icónica novela de Gabriel García Márquez: Cien Años de Soledad; así como en Los Azules, producción pars Apple TV.

Así que hoy, al despedirnos de Lynn Faichtein también le decimos adiós a una una era para los medios y la identidad musical de nuestras películas a lo largo del siglo XXI; pero como todo, con sus luces y sombras en este contraste que es la vida y la muerte, su paso por la tierra es el recordatorio de que, más allá de programas, grandes compañías y producciones millonarias, las canciones y lo que nos hacen sentir siempre deben ser lo más importante.