Por Rodrigo Fo

Bienvenido a este especial colaborativo entre WFM con Alejandro Franco y WARP en el que celebramos aniversarios significativos de álbumes que cambiaron la historia de la música para siempre. En esta entrega: los 10 años de …Like Clockwork de Queens Of The Stone Age.

Depresión, reinvención, desánimo, resiliencia, potencia, ganas de desistir, sentido del humor,
compañerismo, los giros de la vida y la marcha del reloj… más que un proceso musical, la etapa que dio origen a Like Clockwork, sexta producción de estudio en la discografía de Queens of the Stone Age, fue un proceso mental de las tantas situaciones que vivió Josh Homme en el lapso de los seis años que separaron este de su antecesor, Era Vulgaris, producción lanza en 2007.

Una serie de historias que se mostraron en la cara más positiva con los integrantes que trabajaron en el álbum, los que partieron, los colaboradores –desde los más cercanos, hasta los más inesperados- que hicieron una de las obras más completas, retadoras y, al final, más contundentes en todo el trabajo de este grupo que, sin solicitarlo o imaginarlo, se convirtieron en uno de los últimos referentes del rock aceitoso, rasposo y enérgico de los últimos años.

Josh Homme empezó este proceso en un complejo proceso físico que rápidamente escaló hasta lo mental y que se convirtió en el inicio de este trabajo. Le practicaron una operación de rutina en la rodilla, pero una serie de complicaciones hicieron que el vocalista de la agrupación se quedara en la cama por cuatro meses para poder recuperarse. En ese lapso, sufrió una pesada depresión que le hizo cuestionarse qué tanto podría seguir adelante e incluso, cuestionarse si es que podría levantarse en algún momento y retomar su vida.

Conforme avanzó su recuperación, los integrantes de la banda se acercaron a él para motivarlo y ayudar a que la actividad del grupo continuara para preparar la sexta producción de estudio; sin embargo, antes de animarse a realizar la composición de la placa, Homme les dijo: “si ustedes están listos para hacer este nuevo álbum conmigo, deben entrar a la neblina en la que estoy”.

Ese proceso mental ayudó a que el conjunto de uniera más, aunque también les consumió mucho. Lo que les reconectó más fue volver a tocar todo su primer álbum, aunque no de la manera en la que esperaba el grupo. Josh pensaba que con ese regreso a las raíces se reencontraría con el amor por hacer música de nuevo, pero solo descubrió que estaba completamente perdido.

El redescubrimiento que lograría sería a partir de vivir esa oscuridad… ahí es donde encontró todo lo que dio forma a Like Clockwork. Las complicaciones que se dieron a partir de la operación de la rodilla fueron efecto de un profundo problema con las drogas y que repercutió en ese período de recuperación que le separó de sí mismo.

A la par, la inmersión en esa oscuridad cobró factura en el grupo cuando Joey Castillo dejó la
banda; sin embargo, la acción que dio forma al álbum ya había iniciado y tomó una inercia
irrefrenable. Dave Grohl se encargó de terminar el trabajo que Castillo dejó a un tercio de
culminar.

El ex integrante de la banda, Nick Oliveri, participó en coros de “If I Had a Tail” y, al saber
que el baterista de Foo Fighters y Nirvana, quiso aportar más desde su instrumento, el bajo.
Además, amigos de la banda como Jake Shears de Scissor Sisters, Brody Dalle de las Distillers, Alex Turner de Arctic Monkeys o James Lavelle de UNKLE, hicieron su colaboración.

La intención era que Trent Reznor, también amigo de la banda, hiciera la producción, pero su participación se vio limitada a una participación vocal, al igual que del caído, Mark Lanegan. La presencia menos esperada fue de Elton John, quien aportó coros y piano en “Fairweather Friends”.

Todos esos elementos, impulsaron un lanzamiento poderoso, contundente, oscuro, enérgico y a la vez, extraordinario. Es por eso que hoy, Warp Magazine y WFM unen esfuerzos para rendir tributo a Like Clockwork¸ obra cumbre en el legado de Queens of the Stone Age