Por César Sánchez

Entrevistamos a Sarah Kinsley, el nombre que recibe la estafeta generacional de la nueva tradición de cantautoras anglosajonas que en algún momento inició con Mitski y Phoebe Bridgers.

La joven cantautora y pianista estadounidense Sarah Kinsley está por estrenar su álbum debut titulado Escaper el próximo 6 de septiembre. Sin embargo, no es para nada una novata en la industria musical y es que desde el 2020 ha estrenado un EP por año además de lograr que su sencillo “The King” se volviera viral en la plataforma de TikTok.

En su adolescencia, Sarah estudió música clásica en orquestas juveniles y posterior a eso consiguió incorporarse a la Universidad de Columbia para estudiar teoría musical, este aprendizaje le permitió tener una apertura y consciencia más profunda para demostrar al mundo mediante sus letras y composiciones enfocadas al desamor, la nostalgia y la añoranza de qué está hecha a sus 24 años.

En septiembre lanzas tu álbum debut Escaper, pero hace dos años viviste la experiencia de un sencillo viral en TikTok. ¿Cómo vives la presión de ser una joven talentosa artista en la mira de todos?

”Creo que es un golpe en la cara. Definitivamente hay mucha presión, pero también mucho privilegio, suerte y bendiciones en formas que nunca tuve antes. Considero que mucha de mi capacidad de crear música se debe a las redes sociales y el hecho de que ahora es muy fácil encontrar música.

Y más que presión, personalmente busco que mi música haga que la gente se conecte, quiera la historia y sea música que la gente quiera escuchar en vivo. Siento más presión en ese nivel interpersonal con la gente que escucha mi música”.

Muchas de tus letras hablan sobre el desamor y autodescubrimiento que resultan muy nostálgicas, quizá quienes hayan terminado una relación se sentirán identificados con ellas. ¿Qué sentimientos buscas reflejar en tus composiciones al escribir una canción?

”Depende mucho de lo que escribo. Este nuevo álbum ‘Escaper’ es básicamente yo luchando con la pena y la pérdida, intentando aceptar amor de forma muy extraña, ser muy agradecida por vivir en el momento y sentir esta inmensa presencia de amor. Cuando escribí la música en ‘Escaper’, mi intención fue componer hasta que lo creí, como algo profético, no de convencerme a mí misma sino realmente aportar la creencia sobre lo que escribía.

He escrito música vulnerable sobre desamor, nostalgia y no creo que eso vaya a cambiar pronto, esa es mi forma de pensar cuando compongo”.

Has lanzado cuatro EP y es evidente tu evolución a través de ellos, desde sonidos melancólicos con letras emocionalmente autodestructivas hasta crear actualmente atmósferas y sintetizadores bailables con letras liberadoras como en “Last Time We Never Meet Again”. Veo tu transformación musical como una metáfora a un cierre de esa etapa de añoranza y soltar lo que no es para nosotros para sentirte más libre. ¿Has pensado algo similar?

”No lo había pensado, pero es muy agradable escucharte hablar sobre esto. Siento que es difícil para mí juzgar mi música antigua porque estoy tan conectada a ella porque me siento sesgada y es muy raro para mí escuchar mi música viejita, si te soy honesta; sin embargo, estoy muy honrada de que observes que hay un viaje narrativo, porque definitivamente lo pienso.

Cuando era más joven anhelaba algo, ya sea no envejecer, ser joven y libre o un tipo específico de amor, así que creo que tiene mucho sentido. Nunca había pensado que hasta el momento de componer Escaper, realmente he estado deseando este momento y realmente aprecio tu lectura al respecto.

El emotivo sonido del piano en particular en “I’m Not a Mountain” y “Caught Up In A Dream” me recuerdan mucho a Patrick Watson y en pequeña medida a A Winged Victory for the Sullen, ¿qué pianistas tomas como influencia o inspiración al componer?

”¡Dios mío! ¡Esa es una gran pregunta! Aquí la cuestión es que no sé si escucho específicamente a pianistas en particular, pero crecí con un montón de músicos impresionistas y música clásica romántica. Me encanta escuchar a Ravel, a Chopin y Debussy, además de piezas de piano sinfónica que me parecen realmente íntimas y misteriosas, aunque no creo que Patrick Watson sea distinto de eso porque él también está en ese barco (risas). Pero sí, me encantan esos compositores cuando era joven”.

Durante tu infancia interpretaste música clásica en orquestas e incluso estudiaste teoría musical, ¿qué tan importante consideras fue ese temprano aprendizaje para lo que estás viviendo actualmente?

”No lo sé, creo que es dar y recibir para ser honesto. A veces no sé cuánto creo en la parte académica de la música porque es muy diferente a la música actual. Creo que mi gran problema con la música clásica es su rigidez y a veces siento como si tuvieras que tocar de una manera determinada y ser bastante estricto.

Y por otro lado, pienso que es una de las formas más hermosas de la música jamás creada, porque técnicamente no hay ninguna lengua involucrada y cualquiera puede experimentar o sentir la música instrumental, y eso es muy, muy especial. Entonces, no sé, a veces vuelvo a pensar en cuánto creo que tiene valor, pero definitivamente me siento agradecida de haber conocido a muchos grandes músicos y profesores durante esa época”.

Hoy en día existe una escasa representación de productoras en la industria musical y en tu caso, me resulta encantador y raro que siendo tan joven le brindes tanta importancia a la producción en todos los aspectos de tu música ¿Cuál es la razón detrás de ese meticulismo y qué opinas de la falta de apoyo a jóvenes artistas?

”Es interesante, creo que el rol del productor ha cambiado mucho en los últimos años. Quizá haya un poco de falta de apoyo, pero también ahora hay mucho acceso a productores en línea. Las personas son más abiertas respecto a cómo componen su música y muestran diferentes técnicas, por tanto creo que ambas cosas van de la mano.

Es divertido, me emociona ver el ascenso de más productores jóvenes en la industria, porque obtienes más libertad cuando haces tu propia música, decides cosas a un nivel muy particular y eliges todos estos pequeños detalles, eso es muy importante para alguien perfeccionista como yo. Definitivamente hay más apertura y también siento que después de la pandemia la gente se interesó más en la producción, lo que nos ha llevado hasta hoy”.