Hace un par de días, dos de los sindicatos más grandes de actores y productores de Hollywood se fueron a huelga. Tanto el Screen Actors Guild – American Federation of Television and Radio Artists (SAG-AFTRA) y Writers Guild of America (WGA) pararon sus actividades debido a nuevos contratos que especifican que servicios de streaming puedan usar su imagen de por vida sin pagarles regalías con la ayuda de una IA. Además abogaban mejores salarios al trabajar con estas mismas plataformas.

Fran Drescher, presidenta del SAG-AFTRA, dijo que “un rápido cambio hacia el streaming, junto con la amenaza existencial que representa la IA, ha creado un cañón entre lo que los escritores y actores de Hollywood quieren y lo que las compañías de medios más grandes del país están dispuestas a dar”.

¿Pero qué es exactamente lo que alegan?

El principal revuelo por esta huelga es la propuesta para implementar una IA que escanee la imagen de las y los actores para utilizarlos en futuras producciones sin redituarles por ello, pagándoles únicamente en una exhibición.

Además de ello, alegan tanto productores, escritores y actores, que las remuneraciones por parte de servicios de streaming son un tanto excesivas, puesto que los salarios que reciben todos los implicados en una obra son distribuidos en dos únicos pagos: Cuando la serie o película se estrena nacionalmente y otra cuando se estrena internacionalmente.

El detalle está en que sea un fracaso o un éxito, las plataformas de streaming como Netflix, Prime Video, HBO Max, Paramount +, Disney + y demás no están obligadas a dar una compensación monetaria a los actores y escritores acorde al desempeño de las obras, aún así hayan sido éxitos como Squid Game o Stranger Things. Caso contrario a cuando una serie se estrena directamente en televisión y cuando una película va al cine.

Todo esto se agravia cuando vemos que los propios servicios de streaming no esclarecen los datos de transmisión. Es decir, no se sabe de forma pública cuántas veces ha sido reproducido una película o serie en estas plataformas de streaming. Recientemente Tony Gilroy, showrunner de Andor de Disney Plus, comentó para IndieWire que no tiene la mínima idea de cuál es la audiencia que ve el programa, puesto que ni siquiera él puede acceder a esa información.

Para poner otro ejemplo de la necesidad imperante de renegociar, la actriz Kimiko Glenn -personaje secundario pero muy relevante de Orange Is The New Black que aparece en un 50% de los episodios totales de la serie- reveló que apenas recibe 27 dólares al año por los derechos de retransmisión de dicho contenido; situación que, explica, padece prácticamente todo el cast del programa.

Ante esto, la SAG-AFTRA presentó una demanda ante Alliance of Motion Picture and Television Producers (AMPTP) para disminuir en un 2% los ingresos de la transmisión, mientras que esperan un aumento del 230% por la transmisión extranjera de las obras, informa Variety.

Como la AMPTP no cedió ante estas demandas, la SAG-AFTRA y el WGA se fueron a la huelga.

Las repercusiones

En consecuencia, el grueso de la industria del entretenimiento estadounidense está detenido y al igual que la huelga iniciada por los guionistas hace un par de meses, no parece que tendrá una solución ágil ni amable.

Grandes figuras de Hollywood como Rachel Adams, Bob Odenkirk, Jane Fonda, Susan Sarandon, Jason Sudeikis y Mark Ruffalo se han mostrado abiertamente a favor de la huelga con discursos muy contundentes.

De hecho el mismo Ruffalo sugirió que debería abrirse la posibilidad de trabajar en películas 100% independientes para no afectar a otros sub-gremios de la misma industria del cine.

En ese sentido, la cinta The Chosen encontró un recoveco legal para no suspender su rodaje, al comprobar que absolutamente todo su equipo de producción es 100% independiente.

Por su parte, The Hollywood Reporter informó que Tom Cruise había vaticinado el conflicto que se avecinaba y a principios de año se acercó con sus amigos ejecutivos para negociar de manera informal el planteamiento del uso de Inteligencias Artificiales dentro del cine; misión que, claramente, fracasó.

Situados en este escenario, se estima que tan solo en el primer mes de la huelga la industria perderá entre 4 y 6 mil millones de dólares; cifra que podría duplicarse y hasta triplicarse por mes si empieza a afectar el calendario de filmaciones ya pactado para lo que resta de 2023 e incluso de 2024.

De hecho, se ha filtrado que las temporadas faltantes de Stranger Things y Euphoria, así como el estreno de Deadpool 3, retrasaron prácticamente un año su fecha de estreno; y que de seguir esta situación, se evaluará si es necesario cancelarlas definitivamente.

Los estudios no piensan quedarse de brazos cruzados y ya sondean la posibilidad de llevarse sus producciones a países que se manejen al margen del sindicato estadounidense: como Australia, Nueva Zelanda y la misma Inglaterra, latitud donde de hecho sigue en curso el rodaje de la próxima temporada de The House Of The Dragon.

Pero el trabajo de actores y actrices va más allá de lo que pasa en el plató: también los roll outs de prensa han sido suspendidos y ahora películas como las muy esperadas Barbie y Oppenheimer no pueden ser promocionadas por su cast, situación que se replicará para todos los estrenos veraniegos que están por venir.