Este año marca el 70 aniversario del nacimiento kaijū más famoso de Japón, Godzilla. Una especie de dinosaurio gigante, que tanto aterroriza como salva a Tokio y al mundo, dependiendo de la película.  

Godzilla es una de las referencias más populares de la cultura japonesa de mediados del siglo XX. Una figura representativa del Japón de la postguerra y la era nuclear, que ha aparecido en más de 32 películas japonesas y cuatro americanas. 

A pesar de que su popularidad no es lo que era, en el marco de su aniversario nos encontramos con un kaijū que busca permanecer vigente. Con un filme del verano Godzilla x Kong: The New Empire, una serie de Apple TV, Monarch y en el filme japonés Godzilla Minus One. 

Esta última no solo es la última película del Godzilla producida en Japón, sino la primera del monstruo en obtener una nominación al Oscar, en la categoría de efectos visuales. Pero más allá de este renglón, el filme es un gran logro del director Takashi Yamazaki. Quien logra una extraordinaria película que se coloca entre lo mejor del 2023. 

Menos Uno 

Cerca del final de la Segunda Guerra Mundial el piloto kamikaze, Kōichi Shikishima (Ryunosuke Kamiki) aterriza en la isla Odo, para reparar su avión. En la base los mecánicos descubren que el artefacto se encuentra sin fallas. Y el piloto tenía miedo de morir.  

Esa noche un monstruo ataca la base y solamente Kōichi Shikishima y el mecánico Tachibana (Munetaka Aoki) sobreviven. El mecánico culpa al piloto por la muerte de sus compañeros ante un nuevo acto de cobardía. 

Kōichi regresa poco después a Tokio, para encontrar su hogar destruido y conocer la muerte de sus padres. Ante una ciudad destruida, el piloto le da albergue a la joven Noriko Ōishi (Minami Hamabe). Quien cuida de una pequeña niña huérfana. 

Juntos forman una dinámica familiar. Pero la culpa del piloto no solo le impide entregarse a una relación con Noriko, sino que además lo lleva a obtener un pelígroso trabajo desactivando minas marítimas. 

Durante uno de sus viajes reaparece Gojira, como lo nombran los habitantes de la isla Edo, presentando una gran amenaza para Tokio. Que ya se encontraba en el punto cero, ante la destrucción de la guerra. 

Sin ayuda internacional y poco apoyo del gobierno, los pobladores tendrán que hacer lo necesario para detener la amenaza. Ante esto Kōichi ve una posibilidad no solo de proteger a su nueva familia, sino expiar sus pecados.

Un tortuoso camino 

El director Takashi Yamazaki se dio a la tarea de escribir, dirigir y supervisar Godzilla Minus One en 2019. Después de que la productora Toho considerara hacer una secuela o nuevo proyecto de Godzilla, con el éxito de Shin Godzilla en 2016. 

El camino para que este film viera la luz fue tortuoso. Primero porque el acuerdo entre Toho y Legendary Pictures prohíbe a la productora japonesa estrenar películas del kaijū el mismo año en que se estrene alguna película de su monsterverse. Segundo porque el filme originalmente fue concebido como una secuela, pero todos los proyectos se vieron inviables. Y tercero porque la pandemia paro a la producción y al mundo en 2020. 

Sin embargo, la pandemia y sus efectos fueron objeto de inspiración para el guion de Takashi. Quien esperaba reflejar la incertidumbre y el miedo vivido en Japón con la pandemia. Regresando a Godzilla a sus orígenes, como una amenaza en la era nuclear, ante el trauma de la guerra. 

El acuerdo entre Toho y Legendary también explicaría porque una película de esta calidad no fue estrenada en el año del 70 aniversario. Sino en noviembre de 2023 en Japón.

Un logro extraordinario de Takashi Yamazaki 

El reinicio de Godzilla con este filme no solo es recomendable ante el gran trabajo de los efectos visuales. Con un presupuesto de 15 millones de dólares, el cineasta no solo logra el aspecto de una superproducción. También logra un emotivo y emocionante filme antibélico, que profundiza en el trauma, la culpa y la esperanza, en la búsqueda de la redención. 

Es un ejemplo de que se puede hacer más con menos. Y que la base de una superproducción tiene que estar cimentada en una buena historia. Ya que, a diferencia de otras películas monstruos, en donde lo menos interesante es la historia de los humanos, Godzilla Minus One logra interesarnos en no solo en Kōichi y Noriko. Sino en el resto de los personajes, que forma una especie de familia extendida.  

Si bien es cierto que en algunos momentos de la película se ve el limitado presupuesto. El interés por estos personajes y el ritmo del filme los vuelven inconvenientes menores. Volviéndose en un ejemplo ante las producciones de presupuestos colosales. Que se centran en la figura y no en el fondo.

Konnichiwa!, distribuye este filme en México. Y ha anunciado que quedan pocas días para verlo en el cine. Sin embargo, en se ha lanzado una versión en blanco y negro a nivel internacional que ha generado un nuevo interés por el filme. Sin duda un filme que hay que disfrutar en la pantalla grande.