En un bar un hombre y una mujer hablan fuera de cámara. Están analizando a la gente del lugar y ven a tres personajes en la barra: una mujer y un hombre de aspecto asiático con un hombre blanco. Cómo parte de un juego tratan de adivinar la relación entre ellos. 

“Tal vez los asiáticos, son hermanos y el hombre blanco es el esposo. Tal vez son esposos y el hombre blanco es su guía de turistas. O solo son colegas que salieron a tomar algo después del trabajo”.  

Esa pequeña escena es la introducción al filme de Celine Song, Past Lives. Un momento muy significativo, que describe perfectamente cómo pensamos, contamos historias y percibimos a la gente, sobre todo cuando el sexo y la raza son considerados un factor.  

Lo que a primera vista parece un drama romántico, sorprende como la primera obra cinematográfica de Celine. Sin embargo, su oficio y talento para contar historias viene y tiene la influencia del teatro. Donde la también escritora ha presentado obras off-Broadway. Además de haber crecido en una familia de cineastas. 

Para este primer filme, Celine cuenta una historia semiautobiográfica que se centra en la amistad de dos amigos durante el curso de 24 años. Una exploración de las posibilidades de la vida, la migración y el amor en la modernidad. 

In-Yun 

Na Young (Greta Lee) y Hae Sung (Teo Yoo) son amigos de la infancia y sienten que son el uno para el otro. Sin embargo, la familia de Na Young se muda a Canadá. Ahora como Nora, Na Young buscará ser una gran escritora y cumplir sus sueños. 

La relación entre Nora y Hae Sung se extiende durante 24 años. Nora se casa con un escritor, Arthur (John Magaro). Mientras que Hae Sung sigue su vida en Seúl.  

El filme sigue los dos reencuentros de Nora y Hae Sung. Primero a los 12 años y después a los 24 años de separación. Donde contemplan las elecciones que han seguido a lo largo de su vida y las posibilidades de lo que pudo haber sido. El segundo encuentro se desarrolla en la New York. Donde Nora ha establecido una vida y Hae Sung busca descubrir lo que sigue en la suya. 

En coreano dice Nora, existe un concepto llamado In-Yun, que significa “providencia” o “destino”. Y se refiere a las relaciones entre personas y la reencarnación. En el que un encuentro entre dos extraños no es casualidad, sino que tiene que ver con sus vidas pasadas y que hay miles de capas en esas vidas que han provocado ese encuentro. 

¿Será en el In-Yun entre Nora y Hae Sung sera el destino de los protagonistas? 

Poesía en movimiento 

La juventud y el talento de Song es refrescante, con una película que muestra la influencia de cineastas como Richard Linklater y Sofia Coppola, además de la rama neoyorquina de cine americano. 

Por momento Past Lives nos recuerda la trilogía de Linklater, Before, pero condensada en un solo filme. Mientras que la maestría del filme y los idiomas en que es actuada nos recuerda Lost In Translation. Pero Celine aun con estás referencias se las arregla para generar un estilo propio. 

El filme tiene sentido poético y filosófico, con un trabajo de cámara que muestra a New York desde abajo. Con tomas abiertas que no dejan perder detalle del paisaje y la ubicación de sus personajes. Combinada con tomas cercanas, intimas de Nora y Hae Sung. 

Aunque está hablada en coreano e inglés, no deja de ser un filme americano, pero que también tiene un sabor coreano. Entre Seúl y New York se presta a la reflexión entre las diferencias culturales, americanas, americanas-coreanas y coreanas. 

La historia de los personajes es un drama de amor de la vida real. Arthur, el esposo de Nora destaca como personaje secundario, marcando la trascendencia de la relación de los protagonistas. Pero Nora entiende cómo funciona la vida real. Sin dejar de lado la nostalgia de lo que pudo haber sido y la inocencia trascendencia del primer amor.

Las actuaciones de los tres personajes son entrañables, pero sobre todo la de Greta Lee. Quien navega con gran naturalidad entre el coreano y el inglés. Y sirve de enlace entre culturas.

Está ópera prima cuenta con la distinción de tener dos nominaciones a los premios de la Academia. Mejor película y mejor guion original. Pero como obra artística destaca en todos los rubros.  

En un año en que las categorías de actuación están muy competidas. La ausencia de Greta Lee es significativa en las nominaciones a mejor actriz. Probablemente incluso más que la ausencia de Margot Robbie por Barbie. 

Esta es una obra maestra que no solo se coloca entre lo mejor del año. Sino que tiene las posibilidades de trascender el tiempo. Otro éxito más de la productora A24.