Indecente es la historia de la obra de teatro, The God of Vengeance de Sholem Asch.  Una puesta que fue calificada como obscena por algunos y obra maestra por otros, a principios del siglo XX.

En ella presenciamos los andares de su autor y los involucrados en su montaje. Quienes comparten el amor por la obra y sus personajes, en un mundo que les resulta adverso. Con temas que un siglo después aún tienen gran vigencia y relevancia.

Y aunque toca un largo periodo de tiempo y múltiples personajes, con un elenco pequeño. Su planteamiento no resulta confuso, es dinámica, no carece de humor y momentos emotivos, para revalorizar una pieza que en su momento cayó en el olvido, gracias a la censura.

El Dios de la venganza

Cuando el joven escritor Sholem Asch escribió la obra The God of Vengeance; Drama in Three Acts, en el verano de 1906, fue recibido con fuertes críticas y poco apoyo por parte de la comunidad judía de Varsovia (Polonia).

El drama contaba la historía de Yankl Tshaptshovitsh y su esposa Soreh. Una pareja madura que tiene un burdel en el sótano de su casa, en un típico pueblo judío polaco. El negocio es prospero, pero su “contaminación” ha impedido que encuentren un marido a su joven hija Rivkele. Pero gracias a su éxito económico logran que un piadoso candidato se interese en su hija. Lo que lleva al padre a encargar un rollo de la Torá, que es colocado en la habitación su hija para cuidar su pureza. El problema es que Rivkele tiene una relación muy cercana Manke, una de las prostitutas del sótano.

Asch era una estrella en ascenso del modernismo polaco y la nueva ola de la literatura yiddish o idish. Su trabajo en general era parte una corriente artística, que buscaba rescatar la cultura judía desde un punto de vista laico, con una perspectiva humanista y social.

The Good of Vengeance retrataba uno de los sectores del bajo mundo la comunidad judía y los titulares hacían énfasis en la prostitución, el lesbianismo y la profanación de las escrituras. Pero también la obra también hacía énfasis en la hipocresía religiosa, la relación del hombre con Dios, la rebeldía de la juventud, pero sobretodo la universalidad del amor.

Las críticas obligaron a Asch a llevar su obra a Berlín (Alemania). Donde una comunidad teatral berlinesa, mucho más liberal, acogió la obra con éxito. Lo que la llevó a ser representada en otros países de Europa y Rusia

Por casi 15 años la obra se presentó con éxito en diversos círculos teatrales del mundo. Desgraciadamente este culminó en el arresto del elenco en su estreno en Broadway por faltas a la moral. Ya que presentaba el primer beso entre dos mujeres en el escenario.

La revalorización

Algunos consideran que “El Dios de la venganza “ es una obra maestra que en algún momento cayó en el olvido, pero que en recientes fechas ha sido rescatado y revalorizado. Una prueba de ello es la puesta en escena de 2022 en New York en Yidish (su idioma original) en el New Yiddish Rep.

Otra la encontramos en Indecente. Una obra escrita por la multipremiada ganadora del Pulitzer, Paula Voguel. Que cuenta no sólo la historia de la obra de Asch, sino de muchos de sus involucrados. Reflejando la incertidumbre de un pueblo sobre el que ya se cernía la sombra del holocausto, la intolerancia, la incomprensión, pero también la belleza del arte y el amor.

Ganadora del Tony como mejor obra, Indecente regresa con limitadas funciones al teatro Helénico con una puesta en escena de Cristian Magaloni. Que obtuvo el Premio del Publico en la cartelera de 2023.

Magaloni consigue dar vida a una dinámica obra. Que a pesar de la seriedad de sus temas recurre también al humor para mostrar la universalidad del amor y la doble moral.

Con 7 actores y tres músicos en escena consigue mucho con ingenio y una buena dirección. Además de un increíble desempeño de sus actores. Quienes no solo tienen que interpretar diferentes personajes, a veces lo hacen en cuestión de segundos.

Más allá de sus grandes virtudes en escena, Indecente nos introduce al mundo de Sholem Asch y su Dios de la venganza. Un título que a muchos nos resulta ajeno, pero que más allá de centrar su historia en una comunidad trata temas universales. 

Vale la pena echarle un ojo en las dos semanas que aún tiene en cartelera. Actúan Jorge Lan, Ana Guzmán Quintero, Major Pérez, Roberto Beck, Alberto Lomitz, Elizabeth Guindi y alternan Fede Di Lorenzo y Fernando Canek.

Funciones jueves y viernes 20 horas, sábados 19 horas y domingo 18 horas hasta el 20 de agosto.