Con una dirección y guion de Alex Garland, Civil War del estudio A24 se convierte en la primera gran apuesta del estudio en llevar a al cine grandes producciones. Apostando no solo por la calidad, sino también por un mayor éxito financiero.  

Aunque el sello de A24, en producción y en distribución, se ha convertido en una garantía de calidad, la recaudación en taquilla para el estudio en general ha sido modesta. Y es que, a pesar del éxito en años recientes en las temporadas de premios, su película más taquillera, Everything Everywhere All At Once (2022), recaudó un poco menos de 150 millones de dólares en taquilla.  

Para este filme A24 da su confianza al realizador británico Alex Garland. Quien se ha especializado como guionista y director sobre todo en la ciencia ficción inteligente. Como escritor no podemos pasar por alto su trabajo en filmes como 28 Days Later (2002),  Sunshine (2007) y Dredd (2012). Y como director su ópera prima Ex-Machina (2014) nos sorprendió por su genialidad en el manejo de ideas profundas sobre la Inteligencia Artificial y su manejo visual. 

Con un presupuesto de 50 millones de dólares Civil War se convierte en la producción más cara del estudio. Y si bien es cierto que aún es temprano para saber si cumplirá las expectativas en la taquilla, algo es seguro, el nivel técnico y dramático que alcanza la colocan entre los mejor de lo que va del año.

Además el filme sigue la tendencia del estudio y de producciones recientes como Godzilla Minus One (2023) y The Creator (2023), demostrando que no es necesario un presupuesto exorbitante para lograr una producción de calidad.

A diferencia de las producciones mencionada que se centran en la ciencia ficción, este filme es una distopía ultrarealista en un roadtrip. Que muestra distintos parajes y reacciones a la guerra, que van desde la brutalidad hasta la indiferencia. 

¿De qué va? 

La historia se ubica en un posible futuro cercano, donde la Unión Americana se encuentra en la última etapa de una guerra civil. Centrándose en el viaje de cuatro fotoperiodistas, que van de New York a Washington D.C., con la intensión de entrevistar al presidente, en la Casa Blanca antes de su caída.  

Kirsten Dunst, a quien desgraciadamente hemos visto poco en los últimos años, interpreta a Lee. Una fotógrafa de guerra con un gran prestigio, que vive una crisis existencial. Lee hace dupla con Joel (Wagner Moura), un reportero que se centra en la historia escrita.

Antes de partir a D.C. se suman al viaje el veterano periodista Sammy (Stephen McKinley Henderson) y la fotógrafa novata, Jessie (Cailee Spaeny, a quien recientemente vimos en Priscilla), quien es una gran admiradora del trabajo de la periodista.  

A regañadientes Lee accede a viajar con más gente, pero en el camino genera una relación de mentoría con Jessie. Quién se forjara con momento extremos durante el viaje.  

¿Futuro distópico? 

El filme a primera vista parece una película de guerra o acción, con un despliegue impresionante e intenso de las secuencias bélicas. Pero es más una reflexión sobre el poder (o falta de) de la prensa. Como testigo imparcial de la naturaleza humana ante los conflictos armados, la violencia y deshumanización. 

Civil War ha recibido en general críticas positivas, sin embargo, ha causado ámpula en sus detractores. Algunos sectores del público y la crítica americana la encuentran ofensiva. Además de considerar que Garland al reflejar un posible conflicto en la Unión Americana no toma postura o da una explicación de las razones de la guerra.  

Sin embargo, la película se coloca en el lugar del periodismo de guerra y hace una clara diferencia de visiones con Lee y Jessie. Por un lado, Lee como la fotógrafa experimentada comienza a sentir el peso de los horrores que ha visto en su carrera. Su instinto y experiencia se hacen evidentes durante la mayor parte del viaje. Por otro lado, tenemos a Jessie, que perfecciona su arte y comenzará a deshumanizarse. Tomando cada vez más riesgos en la búsqueda de la imagen perfecta.  

Aunque Lee y Jessie reflejan la experiencia en oposición de la juventud, ambas se mantienen neutrales ante el conflicto y la violencia, en pos de la estética como testigos de la historia. Y esto podemos apreciarlo en las fotografías de Jessie. Quien recurre a la forma artesanal de hacer foto, con rollos y revelado en blanco y negro. Y por momento podemos ver las imágenes de su lente, que no están alejadas a lo que vemos todos los años en el World Press Photo. 

Aunque el filme hace eco ante un posible conflicto americano, se podría ubicar en cualquier parte del mundo. Mostrando violencia gráfica, la devastación, la muerte y los horrores de la guerra y la belleza de lo macabro. Que se potencia con el uso de la cámara en mano en algunas de sus secuencias y el potente diseño de audio.

Detalles

Con Civil War tanto Garland como A24 le apuestan a lo grande, con un filme que vale la pena ver en IMAX. Con una destacada producción, que incluye una excelente fotografía, ambientación y un diseño de audio extraordinario. 

Si bien es cierto que son cuatro los periodistas en el viaje, las mujeres toman el lugar central. Opacando un poco a Joel, el socio de Lee, y Sammy. Y no quedan del todo claras sus intenciones y motivaciones. Sobre todo con Joel. 

Parte de la historia es predecible desde el comienzo de la película. Y por momentos el escenario parece confuso, pero también es un reflejo de moverse en un territorio desconocido que se encuentra en conflicto. Además su desenlace probablemente no es tan impactante como el resto del filme, pero va en coherencia con el resto de la historia.

Una mención aparte merece el actor Jesse Plemons, el esposo de Dunst, quien tiene una pequeña participación y se roba la película. Con uno de los momentos más estresantes y terroríficos del filme. 

Civil War es un filme que busca la reflexión sobre los conflictos armados, el fotoperiodismo y un reflejo de los riesgos de este oficio. Que se ha vuelto muy peligroso en algunas partes del mundo. Garland de forma deliberada no da todas las respuestas al espectador, pero da elementos suficientes con una obra poderosa, para generar diversas emociones en su público.