El cantante Nemo -representante de Suiza- se erigió con la corona de una de las ediciones más polémicas de Eurovisión.

Suiza logró el máximo honor en el altamente anticipado Festival de la Canción -también conocido como Eurovisión- un evento anual de renombre internacional del que han surgido nombres legendarios como ABBA, Celine Dion, Julio Iglesias o Raphael.

Tras un certamen muy competido, el talentoso artista conocido como Nemo se alzó como el campeón de la edición 68 de Eurovisión con su cautivadora interpretación de “The Code”, acumulando un impresionante total de 591 puntos otorgados, tanto por los jurados como por los televidentes.

Al ser proclamado vencedor de Eurovisión 2024, Nemo expresó:

“Es mi deseo que esta competencia siga promoviendo la paz y el respeto mutuo entre todos nosotros”.

Conflicto en Gaza tiene consecuencias en Eurovision

La ciudad sueca de Malmö fue testigo del vibrante Eurovisión 2024, donde Nemo, el primer ganador no binario en la historia del certamen, superó a Baby Lasagna de Croacia para asegurar el primer puesto en la competencia.

Por otro lado, la controversia en torno a la participación de Israel en Eurovisión 2024 se convirtió en un tema candente durante todo el festival, ya que los manifestantes expresaron su descontento por su presencia en el escenario, especialmente a raíz de los recientes acontecimientos relacionados con el conflicto en Gaza, lo que desembocó en abucheos y muestras de desprecio muy explícitas. A pesar de ello, los organizadores del evento se esforzaron por asegurar que la música y el concurso fueran los protagonistas indiscutibles de la noche, dejando de lado las disputas políticas.

Sin embargo, el drama no cesó con el representante de los Países Bajos, Joost Klein, quien fue descalificado del certamen debido a una investigación en curso por parte de la policía sueca. La Unión Europea de Radiodifusión (UER) explicó que el participante está siendo investigado tras recibir una queja de un miembro del equipo de producción, que alegó un incidente después de la actuación de Klein en la semifinal.

Después de Suiza, Croacia y Ucrania en el podio de Eurovisión 2024, se encontraban Francia, Israel, Irlanda, Italia, Armenia, Suecia y Portugal, completando así el top 10 de la edición número 68 del Festival de la Canción.

Travis ha anunciado la salida de su próximo disco titulado ‘L.A. Times’ del cual han estrenado “Gaslight” y “The River,  ahora es el turno de “Raze the Bar”, una canción que cuenta con Chris Martin de Coldplay y Brandon Flowers de The Killers en las voces adicionales.

“Raze the Bar” es una historia ficticia sobre una noche en el legendario bar Black and White de East Village de la ciudad de Nueva York, que cerró durante la pandemia. Chris Martin y Brandon Flowers colaboraron encantados, y evidentemente le dan un aura especial a la canción.

Fran Healy  compartió esta interesante y sobre todo conmovedora declaración sobre la canción:

“Había un gran bar en la ciudad de Nueva York. No tenía nombre, pero todos lo llamaban Black And White Bar por el toldo de rayas blancas y negras que colgaba sobre la entrada. Tuvieron noches de poesía, excelentes DJs y noches de micrófono abierto.”

“Si tocaste un espectáculo en Irving Plaza o Webster Hall, es probable que termines en Black and White hasta altas horas de la madrugada. Uno de los propietarios, Johnny T, se hizo cargo de muchos artistas y bandas a lo largo de los años. Si ese bar pudiera hablar, no me imagino la cantidad de historias que diría.”

“Durante la pandemia, el propietario se negó a negociar un alquiler reducido y tuvieron que cerrar. Entonces, en medio de la noche, aparecieron con un camión y eliminaron cada rastro y elemento del bar. Luego blanquearon todo el espacio para que nunca pudiera repetirse.  “Raze the Bar” es una canción sobre una anoche ficticia en el bar. Johnny está allí, Jack, Richard y el hermano de Johnny y copropietario del bar, Chris.”

“Las adiciones en coros fueron casi una ocurrencia tardía. Llamé a Chris Martin con un poco de pánico porque no podía entender cuál debería ser la secuencia de la pista. Cuando Chris la escuchó, dijo: ‘¡Esa canción es lo mejor que has escrito!’ Y porque él y Brandon Flowers viven bastante cerca. Así se concretó su participación.”

El anuncio reciente de Spotify señala un aumento en la tarifa de su suscripción premium, lo que, según estimaciones, resultaría en una reducción de 150 millones de dólares en los pagos a artistas durante el próximo año.

Recientemente, Spotify ha anunciado cambios en su servicio de suscripción premium, desencadenando nuevamente el debate sobre la compensación de los artistas en la era del streaming. Parece que el servicio aumentará su tarifa mensual al agregar audiolibros al nivel premium.

Sin embargo, esto conlleva importantes implicaciones financieras, con una disminución estimada de alrededor de 150 millones de dólares en derechos mecánicos en Estados Unidos para compositores y editores durante el primer año.

Inicialmente, el ajuste parecía tener el potencial de beneficiar a los compositores y editores debido al aumento en el precio de suscripción, que suele estar asociado con un aumento en los derechos mecánicos. Sin embargo, la inclusión de audiolibros en la oferta premium de Spotify permitió a la empresa beneficiarse de tarifas reducidas para servicios combinados, desviando cualquier beneficio potencial para los creadores musicales.

Billboard investigó las implicaciones de este cambio, utilizando datos de las tarifas de Spotify del Mechanical Licensing Collective para 2023 para proyectar el impacto en los derechos de autor. El análisis reveló una reducción significativa en los ingresos proyectados, dejando a los compositores y editores frente a un déficit considerable en comparación con lo que habrían ganado si las suscripciones no se hubieran agrupado.

La estructura de distribución de ingresos de Spotify agrava aún más las consecuencias financieras para los artistas. La decisión de la empresa de clasificar las suscripciones premium como servicios agrupados altera el cálculo de los porcentajes de derechos, lo que se traduce en un pago menor para los creadores musicales.

Es posible que en el futuro, los usuarios experimenten aumentos en las tarifas mensuales, lo que podría intensificar aún más esta disparidad. Aunque los cambios afectan actualmente solo al mercado estadounidense, existe el riesgo de que estos ajustes se implementen a nivel mundial, especialmente en los mercados donde los audiolibros también se incluyen en las suscripciones premium de Spotify.

La respuesta de las organizaciones del sector ha sido prácticamente inmediata, y la Asociación Nacional de Editores de Música (NMPA, por sus siglas en inglés) ha expresado su intención de explorar todas las opciones disponibles para hacer frente a los cambios de Spotify. David Israelite, presidente y director ejecutivo de la NMPA, describió las acciones de Spotify como un ataque a los compositores y una violación del acuerdo alcanzado en 2022:

“Spotify parece haber vuelto a atacar a los mismos compositores que hacen posible su negocio. El intento de Spotify de reducir drásticamente los pagos a los compositores reclasificando su servicio de música como un paquete de audiolibros es un movimiento cínico y potencialmente ilegal que pone fin a nuestro período de relativa calma. No toleraremos su distorsión del acuerdo que alcanzamos en 2022”.

La raíz de esta controversia se encuentra en las deliberaciones del Copyright Royalty Board (CRB), que establece las tarifas de los derechos mecánicos para el streaming en Estados Unidos cada cinco años. Durante estas sesiones, las partes interesadas se reúnen para discutir las tarifas que regirán el próximo período. El acuerdo más reciente, denominado Phonorecords IV (Phono IV), se presentó inicialmente como un avance en la colaboración dentro del sector. Sin embargo, la reciente decisión de Spotify de reestructurar sus suscripciones premium ha avivado las tensiones entre los servicios de streaming y los creadores musicales.

La modificación de los servicios agrupados de Spotify altera el cálculo de los derechos mecánicos, lo que resulta en una disminución del pago total a los artistas. Esto es especialmente preocupante dado que la mayoría de los artistas dependen en gran medida de los derechos de autor como su principal fuente de ingresos. Mientras tanto, las organizaciones dedicadas a proteger los intereses de compositores y editores ya han comenzado a movilizarse para iniciar negociaciones sobre un problema que parece haber empeorado con el tiempo. El desenlace de esta disputa podría tener repercusiones significativas para el futuro del streaming de música y los medios de subsistencia de quienes contribuyen a su creación.