Entrevista por César Sánchez.

Los hermanos Angus & Julia Stone recién estrenaron su nuevo álbum Cape Forestier (2024) y con ese pretexto, visitarán la Ciudad de México el próximo 1 de julio en el Teatro Metropólitan como parte de su tour Living Room Sessions.

Esta producción significa el regreso a las raíces del dueto y su gira actual promete una experiencia inolvidable en un viaje donde mostrarán su evolución musical tras 18 años de carrera e interpretarán sus clásicos, además de sus nuevos temas.

Previo a su llegada al país tuvimos la suerte de poder entrevistar a los australianos sobre su más reciente disco, su desafiante proceso creativo al trabajar como hermanos, la influencia de sus experiencias personales y constantes viajes en sus composiciones, además de la importancia de conectar con el público mediante su música.

Sentimientos a sonidos

Yo tengo dos hermanas y sé lo difícil que puede ser lograr cualquier cosa en conjunto sin discutir. ¿Ustedes al ser hermanos cómo trabajan en conseguir que sus ideas, tanto musicales como líricas, logren ser atractivas para ambos y darse feedback sin pelear?

“Sin duda trabajar juntos como hermanos tiene sus desafíos, pero también aporta una comprensión y confianza únicas. Hemos desarrollado un estilo de comunicación donde podemos darnos comentarios honestos respetando el espacio creativo de cada uno. Creo que, en última instancia, nuestro amor compartido por la música nos ha ayudado a abrirnos camino. Son las partes más honestas y auténticas de quiénes somos y así podemos encontrarnos al hacer arte”.

Su nuevo álbum se siente como una vuelta a sus raíces musicalmente hablando, pero también percibí una crudeza lírica más profunda. ¿Durante estos 5 años de ausencia existió alguna tensión creativa entre ambos y cómo influyó durante el proceso de composición?

“Para nosotros siempre es muy importante tener tiempo creativo por separado. Ambos tenemos proyectos en solitario que nos inspiran mucho, nos permiten reunir experiencias y perspectivas que, en última instancia, logran que nuestra música juntos sea más enriquecedora”.

La experiencia suele ser clave en sus álbumes y aquí se nota una madurez, tanto en su esencia como en su lenguaje musical. Es complicado plasmar los sentimientos en un mismo idioma y ustedes lo consiguen con éxito, ¿cómo es trabajar en conjunto historias de amores no correspondidos, el redescubrimiento personal y la pérdida?

“Últimamente pasamos por experiencias similares. El deseo de ser comprendidos, sentimientos de anhelo, desamor, conexión y esperanza. Creo que aunque Angus y yo nos expresamos de manera diferente, ambos decimos lo mismo y eso ayuda cuando componemos. Aún sin decir nada, sabemos qué estamos escribiendo y nos encanta escuchar cómo crea la otra persona”. 

“Al día de hoy, me sorprende la capacidad de Angus para aterrizar sus sentimientos en melodías y letras; tiene una manera profunda de tomar un sentimiento y usar las palabras adecuadas para capturarlo. Es realmente sorprendente para mí”.

Explorar para encontrarnos

Poseen una amplia gama de sonidos, además de la búsqueda de líricas seductoras, la exploración de composiciones donde da la sensación de ser consumidos por las sombras y unas más para lograr salir a la luz, ¿cómo lo consiguen?

“Gracias, realmente es genial escuchar eso. Tuvimos mucha suerte en nuestra infancia, nuestro papá era director de la banda de la escuela y alquilaba instrumentos para todos los niños, así que teníamos toda la orquesta en nuestra sala. Nos encantaba practicar y eso nos ha acompañado hasta ahora. 

Realmente nos encantan las distintas texturas en la música y el uso de instrumentos de formas tradicionalmente inesperadas, por ejemplo las voces utilizadas como un conjunto de cuerdas. Lo hacemos porque es muy divertido en el estudio y está cool cuando funciona”.

En lo personal, sus canciones me transmiten el recuerdo de mi infancia cuando salía a carretera con mis padres gracias a ese estilo folk y acústico. ¿De alguna forma sus viajes o experiencias personales influyeron en la composición de temas que te invitan a reflexionar durante la carretera?

“Los viajes y las experiencias personales son una parte muy importante para nuestra creatividad. La sensación de libertad e introspección que conlleva estar de gira a menudo se abre paso en nuestras canciones. 

Hay algo hermoso en el movimiento como tal, en los entornos en constante cambio que a pesar de resultar desestabilizadores también tienen una energía y justo en ese espacio, cuando no estamos agotados, nos encanta crear. Esos momentos que ves mientras viajas y que en tu entorno familiar normalmente no notarías, terminan transformándose en letras o sentimientos hermosos en nuestras canciones”.

El hogar como refugio

Considero que un hogar siempre es algo más que un simple lugar y el amor puro permite contar historias fantásticas, pero ¿cómo aterrizan sus ideas de luz y oscuridad desde su visión única de la sociedad y lo que sucede alrededor?

“Por la forma en que crecimos y cómo nos criaron nuestros padres, nos sentimos atraídos por contar historias y cantar canciones. Siempre nos pareció natural procesar el mundo que nos rodea a través de la música. 

Nuestros padres no eran increíbles comunicadores, pero siempre podían encontrarse a sí mismos y encontrar alegría en la música, así que aprendimos que la música es el lugar donde puedes ser completamente honesto, compartir lo que ves, decir lo que sientes”.

Muchas veces lo simple es más difícil de decir y ustedes lo hacen de forma natural, donde todo fluye como un río suave y tranquilo a pesar de sus letras desgarradoras. ¿Antes de componer ya existe una idea preestablecida de lo que buscan o solo dejan circular las ideas?

“Es curioso, pero nunca sabemos realmente qué vamos a crear, simplemente confiamos en el sentimiento de querer componer algo. Escribir canciones es una parte tan importante de nuestras vidas y no necesitamos pensar demasiado en ello. Se siente como hablar con nosotros mismos sobre lo que sucede sin tener que tener una conversación real. 

Nuestros papás siempre nos hicieron sentir que expresarnos así era completamente normal, entonces desde pequeños cantábamos canciones frente a la gente. Recuerdo preguntarme una vez porqué la gente se reía de mí pensando que estaba loca por cantar sobre la paz en la escuela, pero pensé era importante compartir la canción que escribí sin ningún instrumento (risas), solo yo cantando frente a un micrófono frente a mil niños”.

Sé lo modestos que son respecto a su talento musical, pero ¿les sorprende o son conscientes cómo sus letras y canciones han logrado conectar y conmover a quienes las escuchan y las hacen parte de su vida de forma genuina?

“Angus y yo recién hablamos de lo increíble que es cuando nos encontramos alguien en la calle y nos dice cómo nuestra música es parte de sus vidas. Nos deja boquiabiertos tantas historias, tantas personas que se enamoraron de nuestra música y les ayudó a superar una angustia, o la compartieron con un padre moribundo, o sus hijos se quedaron dormidos con nuestras canciones. 

Hacemos música porque tenemos que hacerlo, porque es lo que nos encanta hacer y luego está este increíble viaje que la música continúa sin nosotros. Una vez que lo lanzamos al mundo, se convierte en parte de las historias de otras personas. Es increíble”.

Antes y ahora

Al recordar sus primeros trabajos cuando aún eran jóvenes, ingenuos e inocentes hasta este nuevo álbum, ¿cómo describirían la evolución de su lenguaje musical durante este viaje?

“Nuestros primeros álbumes tienen algo de inocencia, éramos nuevos en la creación musical, no sabíamos mucho sobre grabación y en cierta forma tienen ese encanto. Éramos niños descubriendo quiénes éramos, nos inspiramos en la música con la que crecimos y aún puedo escuchar esas influencias en cómo uso mi voz. 

Con el tiempo, ha sido lento el proceso de sentirnos más cómodos con quienes somos y eso le brinda autenticidad a nuestras voces. Cada registro marca un momento de nuestras vidas que refleja exactamente quiénes éramos y por lo que estábamos pasando. Siempre estaremos creciendo y cambiando, somos muy afortunados de tener estos marcadores musicales porque son como un libro de nuestras vidas donde hojeamos lo que hemos pasado, en quiénes nos convertimos y quiénes somos hoy”.

Angus & Julia Stone prometen ofrecer un show conmovedor, lleno de recuerdos y toda una mezcla de emociones el próximo 1 de Julio en el Teatro Metropolitan de la CDMX, los boletos ya están a la venta en el sistema Ticketmaster.

Hay semanas que resulta complicado dar espacios específicos a los lanzamientos, porque son tantos y tan de excelente calidad que no sabemos ni por dónde comenzar. Este fin de semana pasó justamente esto, y, aunque difícil, logramos ponderar los cinco más llamativos.

Bad Cameo de James Blake y Lil Yachty

Para nada nos esperábamos esta brutalidad de disco. ¿Qué obtienes cuando juntas a dos de los músicos más virtuosos de los últimos años? Si de por sí cada uno experimenta en lo suyo en conjunto son increíbles. Bad Cameo (2024) es una muestra de la versatilidad de Blake y Yachty, juntando desde hip hop, R&B, electrónica, hasta un sentimiento atmosférico impresionante que deja una sensación de plenitud exquisita.

MEGAN de Megan Thee Stallion

Personalmente nunca había sido una persona que escuchara a Megan Thee Stallion, pero este nuevo disco, que llega en medio de su tour mundial, demuestra una fuerza e ingenio increíble sobre beats potentes y hasta furiosos. Un disco lleno de momentos álgidos y vocales que fracturan.

C,XOXO de Camila Cabello

Aquí hay un poco de discusión, porque hubo quienes dijeron que esta nueva etapa creativa de Camila Cabello era cierto plagio a Charli XCX, Rosalía o Arca; en la reinvención está el fuerte, pero lamentablemente Camila no logra brillar ni concretar un estilo propio definido. Sin embargo, C,XOXO (2024) es un álbum disfrutable de principio a fin, escrito como “una carta de amor a Miami” con colaboraciones de Drake, Playboy Carti y Lil Nas X.

Head Rush de Channel Tres

Un disco lleno de electrónica y funk, solo alguien como Channel Tres podía hacerlo. Head Rush (2024) es el lanzamiento largo que nos hacía falta de escuchar por su parte. Se trata de un disco divertidísimo, lleno de matices sonoras que invitan al baile lento y luego al baile rápido, pero todo a nuestro ritmo. Además, cuenta con participaciones de Thundercat, Toro y Moi y Ty Dolla $ign para terminar de hacer una delicia de LP.

God Said No de Omar Apollo

Pop vibrante y brillante, no hay más adjetivos para el nuevo disco de Omar Apollo. Aunque también podría decir emocional e íntimo, pues God Said No (2024) es un pop inteligente desde su concepción lírica hasta lo instrumental, rematando aún más en lo personal y reflexivo que pueden ser las vocales de Apollo.

Imágenes y Ruidos es la sección de WARP en la que exploramos el vínculo entre el Cine y la Música a través de análisis, anécdotas y datos. En esta entrega: hablaremos de bandas contemporáneas musicalizando para la pantalla grande, de los festivales al cine.

En esta sección hemos recorrido los grandes soundtrack de películas tan asombrosas como la música que la acompaña. Hablamos de casos particulares y puntuales como, John Williams, Ennio Morricone, Michael Giacchino, Hans Zimmer, entre otros grandes de la música clásica, pero ¿También hay bandas que se avientan dicho trabajo? Por supuesto, y la lista es un poco larga, y aquí te hablaremos un poco acerca de bandas contemporáneas musicalizando para la pantalla grande.

El caso más sonado o popular, evidentemente es el de Radiohead quienes a través de su profunda amistad con Paul Thomas Anderson, llevan años trabajando juntos, un vínculo artístico que agradecemos con abundancia, como en There Will be Blood (2007) musicalizada por Jonny Greenwood, guitarrista. Haciendo un recorrido por los soundtracks y scores más sobresalientes del cine contemporáneo, nos llevó a navegar en diferentes trabajos que nos gustaría mencionarte.

Moulin Rouge! (2001) dirigida por el australiano Baz Luhrmann, cuenta con temas de: Madonna, Nirvana, David Bowie, Labelle, Fatboy Slim, Queen y Elton John. Teniendo una amalgama de sonidos que marcaron una época y que sin duda fueron clave en el éxito de la película. En ese mismo año, 2001, salió a la luz una de las películas francesas más populares y queridas como lo es, Amélie, musicalizada por Yann Tiersen, quien en concreto no es un trabajo que le encante mencionar al virtuoso músico francés, sin embargo, es uno de los trabajos que más han impactado su carrera de forma positiva.

Yann Tiersen, desde luego que es mucho más que solo Amélie, en palabras del propio músico no es un trabajo del cual se arrepienta de hacer, pero no lo volvería a realizar, ¿Porqué? Por el estereotipo del francés común que muestra la película. Por otro lado, ha sido uno de los soundtracks más populares del cine francés, penetrando en el inconsiente colectivo a nivel internacional, gracias a la perfecta calidad sonora que nos brindó.

8 Mile, o mejor conocida como la Calle de las Ilusiones en Hispanoamérica, es una película dramática dirigida por Curtis Hanson, que cuenta como protagonista con Eminem y desde luego que su voz hizo eco en el mundo cinematográfico. Musicalmente, participan el ya mencionado Eminem, 50 Cent, Jay-Z y Young Zee, quienes acompañan la historia de un talentoso rapero que lucha para probar su valía en la escena local del hiphop. Esta película además marcó una pauta importante en el género del rap, alzando la voz por muchos artistas que se encontraban abriendo camino desde el underground.

Posteriormente nos encontramos con una de las obras más populares de Quentin Tarantino, las dos entregas de Kill Bill (2003 y 2004) que cuentan con temas de: Nancy Sinatra, Neu!, Santa Esmeralda, Quincy Jones, Johnny Cash y Ennio Morricone. Tron Legacy (2010) y la aclamada banda sonora a cargo de Daft Punk, marcó una pauta para el cine y la propia banda, ya que dicho álbum es su primer aporte para una producción fílmica. Esta vez encabezada por la famosa compañía Walt Disney, ya que anteriormente su segundo álbum de estudio, Discovery, también había sido utilizado como base para la banda sonora de la película de anime Interstella 5555.

El dúo formado por Thomas Bangalter y Guy-Ma­nuel de Homem-Christo, fueron los encargados de seguir los pasos de Wendy Carlos en la original y hacer la banda sonora. El director, Joseph Kosinski, confesó que era un gran fan de su disco ‘Discovery’, y que los propios músicos habían mostrado su interés en trabajar en la película, e incluso hicieron un cameo, junto al compositor Joseph Trapanese, quienes se supieron acompañar con su particular electrónica, como en ‘Derezzed’ y los ‘End titles’ y muchas dosis de épica orquestal, la obertura inicial, ‘Outlands’ y ‘Fall’, detallando la estética tan particular de la película, convirtiéndose en todo un éxito en varios países y alcanzando unas reproducciones en las plataformas de ‘streaming’ más propias de un disco que de una banda sonora.

A lo largo de la historia del cine moderno, muchos directores han recurrido no solo a los músicos que tocan en una banda famosa, sino a la banda completa, figurando de esta forma su nombre en los créditos finales y sumando inconsientemente mayor visibilidad abarcado a los fans de ciertas bandas cómo Queen, Pink Floyd, AC/DC, M83, Daft Punk, Beach House, Massive Attack, Air, Phoenix, The Chemical Brothers, Arcade Fire, Santiago Motorizado (El Mató a un Policía Motorizado), Explosions in the Sky, Biffy Clyro, Mogwai, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, Yo La Tengo, entre muchas otras.

Sofia Coppola para su debut en la dirección en The Virgin Suicides, contó con la participación de nada y nada menos que AIR, quienes recientemente habían estrenado Moon Safari, una jugada maestra que se amalgamó perfectamente. La música juega un papel importante en la película, en la que el tema principal, ‘Highschool lover’, aparece en diferentes momentos, uno de ellos en los títulos de crédito ‘Playground love’, cantada por Thomas Mars (bajo el pseudónimo de Gordon Tracks), del grupo Phoenix y actual marido de la directora, junto a temas que buscan potenciar la tristeza y melancolía de la historia.

En el caso de Her dirigida por Spike Jonze, Arcade Fire, fundamentalmente Will Butler, unió fuerzas con Owen Pallett (colaborador habitual del grupo, responsable de los arreglos de cuerdas de ‘Funeral’ y ‘Neon Bible’) para grabar una banda sonora que llegó a estar nominada para los Oscar en la edición de 2014, y que sorprendentemente, no salió oficialmente publicada hasta el 2021, ocho años después del estreno del filme.

Se trata de una música en la que el piano es el principal protagonista, que se centra en el componente romántico, y de soledad, de la película, la relación de amor virtual entre Theodore, el personaje al que interpreta Joaquin Phoenix, y Samantha, un sistema operativo diseñado para comportarse como una persona gracias a la inteligencia artificial.

En este largo listado, tampoco podemos dejar fuera a Hanna (2011), película cuya música fue producida por el dúo The Chemical Brothers, su primera, y única incursión cinematográfica, aunque desde luego su música ha sonado en diversas películas. La música que acompaña la historia de una criada en aislamiento y entrenada para ser asesina, donde la adolescente Hanna sueña con una vida normal, pero cuando sale de su escondite, se convierte en el blanco de la CIA, protagonizada por Saoirse Ronan, Eric Bana, Cate Blanchett, es realmente la ideal mezclando la inocencia y la violencia, siguiendo el argumento de la película fieles a su estilo.