Cuando repasamos la carrera de Bradley Cooper, hablamos de una trayectoria de más de 20 años en la actuación. Un actor que superó el estigma de estar encasillado en papeles secundarios en series de televisión como Alias, para convertirse en uno de los protagonistas más reconocidos de la industria cinematográfica. 

Su trabajo con directores como Guillermo del Toro, Clint Eastwood, Paul Thomas Anderson y David O. Russell, le dieron el reconocimiento de la crítica especializada. Y su voz como “Rocket” en el MCU, además de su papel en la franquicia de The Hangover le han dado el aprecio del público. Demostrando además su versatilidad. 

Pero Cooper no se ha dormido en una exitosa carrera como actor. Como productor también cuenta con un buen número de éxitos. En los que destacan Joker (2019), American Sniper (2014) y Nightmare Alley (2021).  

Sin embargo, a pesar de todos sus talentos nos sorprendió a todos con su primera película como director, A Star Is Born (2018). Una historia que, a pesar de haber sido llevada a la pantalla en repetidas ocasiones, destaca con un estilo propio, con un gran manejo detrás de las cámaras. Y con destacadas actuaciones de Bradley, Sam Elliot y el debut en el cine de Lady Gaga.

Mostrando además el talento vocal del actor en su dueto con Lady Gaga en Shallow. Un tema de Lady Gaga, Mark Ronson, Anthony Rossomando y Andrew Wyatt. Que se llevó el premio de la Academia a mejor canción original. 

Por todo lo anterior, no es de extrañar que el ahora director vaya más allá con Maestro. Una biopic del compositor y director de orquesta Leonard Bernstein. Un filme que ha llamado la atención desde su estreno en el pasado Festival de Venecia. Donde fue nominado al León de Oro y al Queer Lion. 

Además, en el camino ha recibido nominaciones en los Critics Choice Awards, los Golden Globes, los Screen Actors Guild Awards. Y siete nominaciones a los Oscares, donde destacan mejor película, cinematografía, maquillaje, mejor actor y mejor actriz, para Carey Mulligan. 

Maestro

Maestro no es una biopic tradicional. Aunque Leonard Bernstein es una de las figuras estadounidense más destacadas en el mundo de la música filarmónica y la comedia musical. El filme se centra en su relación con su esposa, la actriz chilena Felicia Montealegre. Y como sus infidelidades y preferencias sexuales, desgastaron su relación a lo largo de un poco más de 25 años de matrimonio. 

La historia comienza cuando Bernstein adquiere notoriedad como director de orquesta y conoce a la joven actriz. Saltando en el tiempo para mostrar su vida conyugal y la nostalgia del compositor ante la pérdida de su querida Felicia. 

Proyecto personal

El filme está hecho para la medida del Oscar. Una película que destaca a nivel técnico. Tanto por su fotografía y manejo de cámara, así como su maquillaje y vestuario. Haciendo homenaje al cine americano. Pero a con una puesta en escena con un estilo personal.

En su parte en blanco y negro muestra usa la técnica del cine musical y el manejo de las sombras del cine negro. Haciendo homenaje a películas como On the Waterfront de Elia Kazan, a la cual Bernstein aportó la partitura y On the town (1949). Y su creación del musical West Side Story. Que refleja el momento que vive la temprana relación entre Leonard y Felicia.

Y en su parte de color hace homenaje al cine de los setenta. Mostrando el lado espectacular, pero a la vez más intimo del manejo de cámara. Recreando con sensibilidad el trabajo del músico con la música de Mahler.

Haciendo una ambiciosa combinación estilos que van del cuadrado al panorámico, Bradley va de lo más o lo menos (y viceversa) incluso dentro de una misma escena. En un ejercicio que funciona en su totalidad de forma espectacular. Pero en lo dramático se fija más en el drama doméstico.

Las actuaciones de Bradley Cooper y Carey Mulligan, también son un elemento muy destacado del filme. Cooper se interna en la piel del compositor, mientras que Carey es la nota alta. Ya que el desarrollo del drama y la excentricidades del músico se reflejan en la reacciones de su esposa. En un matrimonio que maneja acuerdos para la bisexualidad y desplantes de genio del músico.

En su conjunto el filme muestra no solo el talento de director de Bradley y su madurez como director. Sino un oficio como productor para conjuntar un gran equipo delante y detrás de cámaras. Matthew Libatique como el director de fotografía de cabecera de Darren Aronofsky demuestra todo su talento. Y Cooper hace equipo con el guionista ganador del Oscar, Josh Singer (Spotlight, 2016), para desarrollar el guion.

Probablemente, tiene más posibilidades de adquirir el Oscar es la categoría de maquillaje. Y tal vez, tenga una posibilidad remota en sonido. Y aunque la calidad filme es indudable, tal vez su pecado y acierto (dependiendo del gusto) es jugar en exceso con la técnica. Lo que pone el filme en desventaja con su competidoras a mejor película.

Maestro se muestra como un filme muy personal del director. Un proyecto que en el pasado fue codiciado por Steven Spielberg y Martin Scorsese, quien sirven de productores. Una historia de amor que da visibilidad a la figura de Bernstein como un estrella excéntrica y hedonista. Pero también muestra sus defectos como esposo. Una historia queer, de un hombre que ocultaba sus preferencias al público. Pero a la vez sentía un gran amor por su familia y principalmente su esposa.

Otro palomita más para Netflix, en lo que se refiere a sus filmes originales. Que normalmente se caracterizan por ser un entretenimiento pasajero.

El talento de Bradley detrás de las cámaras da para mucho. Colocándose entre los directores más destacados del 2023. Aunque no haya alcanzado la nominación al Óscar en la categoría de mejor dirección. 

El filme cuenta en su elenco con Bradley Cooper, Carey Mulligan, Sarah Silverman, Matt Bomer, Kate Eastman y Maya Hawke. Se encuentra disponible en Netflix.