En este espacio plantearemos una reflexión en torno al que consideramos el disco más relevante de la semana. En esta entrega: Right Place, Wrong Person de RM.

Desde su popularización en este lado del mundo, la perspectiva global del KPop se sesgó por prejuicios asociados a dos cosas: la idea que se tiene de la musicalidad del género según el recuerdo de cómo sonaba en sus inicios -frenético y sintético- y al hecho de que su audiencia es principalmente femenina.

A partir de esa distancia, las personas no entusiastas del mainstream coreano han construido una barrera que si bien no ha limitado el crecimiento mediático del fenómeno en occidente (traducido en streams, giras mundiales y cantidades exorbitantes de dinero), sí ha impedido que seamos conscientes del potencial artístico de una movida que, a estas alturas -más que un género- debería ser considerado como un espectro sonoro que deriva en vertientes muy distintas entre sí.

Dentro de esa evolución del género, BTS ha sido fundamental para entender la expansión sonora que ha tenido el KPop hacia terrenos del Pop, el Dance, el R&B y el Rap. De hecho, yendo aún más adentro en el desarrollo de BTS, uno de sus miembros -RM- fue quizá el principal artífice para crear el puente entre la instrumentación del oriente con la de occidente.

A poco más de dos años desde el hiatus de la banda de KPop más importante de la historia, el mencionado RM presenta su segundo álbum solista: Right Place, Wrong Person el cual termina por patentar el sonido del artista fuera de BTS y se posiciona como el bastión que podría replantear el paradigma sobre los proyectos coreanos dentro de la cultura del Hip Hop.

Around The World In A Day

Para empezar, habría que resaltar la capacidad de RM para hacer álbumes delicados y accesibles. Desde Índigo (2022) mostró su preferencia por el protagonismo melódico en sus instrumentales; pero ahora es llevado a otra dirección: más distorsión, más armonías corales, más modulación de voz y más Jazz… Recursos con los que nos recuerda a la producción insignia de Tyler The Creator en Igor, de Lil Yachty en Let’s Start Here y de Thundercat en Drunk, por mencionar algunos ejemplos.

Con todo esto, RM construye un disco más ambicioso que su antecesor, mismo que en su ejecución da como resultado un diseño sonoro robusto y lleno de matices en un nivel que no le envidia algo a los tres referentes señalados un párrafo atrás.

Salvo el de Little Simz -que confirma porque es la mejor rapera de la actualidad- el resto de colaboradores funcionan más como catalizadores del tiempo para dinamitar o enfriar la dinámica del disco, lo que los vuelve figuras clave sin restarle protagonismo al mismo RM.

En su discurso, Right Place, Wrong Person recupera el estado emocional bajo el cual RM construyó Índigo: el de un hombre en la antesala de sus 30 años que tras unos 20s en el estilo de vida de las super estrellas, debe preguntarse quién es, qué quiere y a dónde va; no solo como artista sino también como persona.

Y si bien en Indigo nuestro protagonista se mostró acomplejado y hasta atormentado en el ejercicio de resolver esas preguntas, en su secuela parece haber aceptado que el caos y la incertidumbre son, en realidad, la verdadera lógica de la vida.

Con la sabiduría que da el soltar aquello que no está en nuestras manos, RM busca caminos alternos para reflexionar sobre las subtramas en la narrativa de este disco, sobre todo aquella relacionada con el desamor.

Contrario a la retórica convencional de un corazón roto explicado desde la perspectiva masculina -generalmente marcada por la martirización y la ausencia de una vulnerabilidad genuina- RM acepta que no puede olvidar a esa persona y que más allá de tener una pelea férrea consigo mismo para olvidar, elige el camino de vivir ese cariño, aunque sea a la distancia.

Out Of Love

Todos esos elementos sobre la mesa nos ponen frente a un artista muy cómodo y seguro de sí mismo que lo dotan de la capacidad para experimentar de la manera en que lo está haciendo.

Y aunque es probable que la razón por la que la cultura Hip Hop no termina de aceptar a los raperos coreanos es la ausencia de un contexto social, cultural y político similar, la ejecución de Right Place, Wrong Person nos lleva a inferir que, de estar firmado bajo el nombre de alguien del canon del Rap anglosajón, seguramente recibiría mayor atención y reconocimiento que el que está teniendo bajo sus circunstancias reales. 

Lo que sí es que tiene el potencial para -justamente- cambiar el rumbo de dicha conversación.