Esta semana Microsoft entregó un nuevo documento a la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) de Reino Unido, con el que busca que el regulador reconsidere su resolución previa de bloquear la compra de Activision, dados los resientes eventos que han visto a su contraparte estadounidense desistir de bloquear la transacción.

El argumento sobre el cual la CMA decidió bloquear el que Microsoft compre a Activision, fue su preocupación por cómo la transacción podría afectar al naciente mercado de juego en la nube o cloud gaming dentro del Reino Unido.

Ahora Microsoft quiere, por un lado, que la CMA tome en consideración que la Comisión Europea aprobó la compra al quedar satisfecha con los acuerdos que la compañía firmó con otras empresas de cloud gaming como Nvidida, Ubitus y Boosteroid — acuerdos que la misma CMA no vio como medidas suficientes.

Por otro, también quiere que la autoridad británica considere que Sony finalmente accedió a firmar un acuerdo con Microsoft para que esta última mantenga por 10 años a la franquicia Call of Duty en PlayStation. Esto junto a toda la información y deliberaciones que surgieron del juicio del regulador estadounidense (FTC), que en palabras de Microsoft nulifican las conclusiones finales de la CMA.

Adicionalmente, Microsoft menciona que están en discusiones con la CMA sobre enviar una nueva propuesta de la transacción de compra, que de forma más directa aborda las inquietudes de la reguladora. Lo que acuerdo a rumores, implicaría que Microsoft venda sus derechos de cloud gaming en Reino Unido.

Al momento la CMA se encuentra en proceso de recibir comentarios a la nueva propuesta de competidores de Microsoft, lo que culmina este 4 de agosto. De ahí, estaría emitiendo una orden final a más tardar el próximo 29 de agosto.

Mientras que Microsoft y Activision ya acordaron aplazar la fecha límite para llevar a cabo la transacción al 18 de octubre, lo que les da bastante tiempo para sortear el único obstáculo que enfrentan para la fusión.